La economía y la infantilización de la cultura
La riqueza capitalista, sumada a la ignorancia económica, la infravaloración y el romanticismo, crean la receta perfecta para una cultura infantil.
La riqueza capitalista, sumada a la ignorancia económica, la infravaloración y el romanticismo, crean la receta perfecta para una cultura infantil.
En la sección «Friday Philosophy» de esta semana, el Dr. David Gordon reseña el nuevo libro de Steven Pinker, When Everyone Knows That Everyone Knows (Cuando todos saben que todos saben). Como bien señala el Dr. Gordon, Pinker sabe mucho menos de lo que cree.
Los Estados Unidos es ahora un «Estado fiscal» en toda regla, en el sentido de que los legisladores pueden aumentar los impuestos con un esfuerzo mínimo y sin una resistencia legal significativa por parte de ninguna otra institución nacional.
La obra Acción humana, de Ludwig von Mises, no es solo otro libro sobre economía, aunque su contenido económico es excelente y atemporal. Es un recorrido por una verdad tras otra, construido sobre la lógica y la razón.
«En general, debería quedar claro que la Constitución fue una reacción contra-revolucionaria al libertarismo y la descentralización encarnados en la Revolución americana».
Aunque J.M. Keynes es probablemente el economista más influyente de nuestra época, su economía se basaba en la inflación, el estatismo y la planificación centralizada absoluta.
Si queremos considerar la conveniencia de la monarquía desde una perspectiva libertaria, es importante distinguir entre tipos de monarquía muy diferentes entre sí.
El nombramiento de Bari Weiss como directora de CBS News ha provocado gritos de angustia entre los sospechosos habituales de la izquierda y la aprobación de algunos de la derecha. Pero, ¿realmente traerá ella el tipo de cambio que desafiará al establishment político? Probablemente no.
«La Guerra Civil fue realmente el punto de inflexión», le escribió a Meyer. «Lincoln fue el primer dictador de América, y casi todas las leyes republicanas fueron monstruosas».
Hubo un tiempo en que las empresas americanas se creaban con una visión a largo plazo y el gobierno no intentaba obstaculizarlas. Hoy en día, gracias al gasto imprudente del gobierno federal, vivimos al día, acumulando enormes deudas, y pronto estaremos en bancarrota.