En defensa de Hombre vivo de GK Chesterton
Aunque G.K. Chesterton y el pensamiento libertario no siempre coincidieron, Chesterton hizo algunas aportaciones libertarias en su novela Hombre vivo. Connor Mortell se sumerge en esa obra.
Aunque G.K. Chesterton y el pensamiento libertario no siempre coincidieron, Chesterton hizo algunas aportaciones libertarias en su novela Hombre vivo. Connor Mortell se sumerge en esa obra.
Aunque la «wokeidad» parece ser un fenómeno nuevo, los problemas están ligados a una ley «histórica» de sesenta años de antigüedad: la Ley de Derechos Civiles de 1964. Esta ley, por desgracia, promueve la tiranía gubernamental en nombre de la libertad.
Mientras las autoridades fingen indignación por la muerte de Alexei Navalny y el encarcelamiento de Evan Gershkovich, el gobierno de EEUU intenta encarcelar a un periodista por publicar noticias realmente incriminatorias.
A instancias de un fiscal progresista, esta semana un jurado de Michigan amplió enormemente la ley penal para condenar a los padres de un tirador de escuela que ellos mismos no habían infringido la ley.
Mientras los pagadores de impuestos de EEUU pagan miles de millones por misiones militares en todo el mundo en nombre de «mantenernos seguros», el gobierno federal no consigue mantener a salvo de la delincuencia violenta a los residentes de la capital del país.
Las leyes de propiedad intelectual son otro ejemplo de cómo el gobierno ahoga la innovación y la competencia.
Aunque las leyes de zonificación no explican todo el sinhogarismo en este país, contribuyen a que la vivienda sea menos asequible, poniendo en la calle a más personas que ya no pueden pagar un lugar donde vivir.
Uno no suele equiparar el pensamiento libertario con una prisión de EEUU, pero la vida carcelaria ofrece algunas sorpresas, especialmente en lo que se refiere a la gobernanza interna.
Mientras los que impusieron los encierros y restricciones covid al público piden «perdón», Rand Paul pide la verdad. Phil Duffy analiza el libro de Paul que documenta las mentiras y encubrimientos de las élites gobernantes.
La administración Biden afirma que quiere adelantarse al desarrollo de la inteligencia artificial. Sin embargo, lo más probable es que la IA deje tras de sí a los reguladores gubernamentales.