La crisis de la deuda estudiantil es una estafa
Con otra ronda de «condonación» de préstamos estudiantiles, el Presidente Biden está añadiendo más aire a la burbuja de la educación superior.
Con otra ronda de «condonación» de préstamos estudiantiles, el Presidente Biden está añadiendo más aire a la burbuja de la educación superior.
Con el aumento de precios de los alimentos, la caída de los salarios reales y los costes de la vivienda alcanzando niveles récord de inasequibilidad, la verdadera causa no hay que buscarla más allá de la Fed.
Los excesos de los años veinte, la recesión y la dramática caída en una profunda depresión se deben a las perturbaciones gubernamentales del proceso de mercado.
Cuando los gobiernos entran en guerra, el sistema monetario de la nación suele descender al pozo de la inflación. La Guerra de 1812 no fue una excepción, y sus excesos monetarios desembocaron en el Pánico de 1819.
Los grupos activistas proinmigración en Gran Bretaña, a pesar de estar fuertemente financiados con dinero del gobierno, están utilizando ese dinero para detener la inmigración ordenada y sustituirla por el caos.
Puede que estemos gobernados por élites incompetentes, pero ni siquiera ellas nos han quitado el libre albedrío y la capacidad de pensar por nosotros mismos. Podemos buscar inspiración en Mises y Rothbard.
A pesar de toda la publicidad adversa sobre cómo la policía abusa regularmente de las leyes de confiscación de bienes, nadie en las fuerzas del orden se avergüenza lo suficiente como para detener este robo descarado de dinero y propiedades de personas vulnerables.
Al corazón del mundo árabe campesino y nómada de Oriente Medio llegó, a lomos y sobre las bayonetas del imperialismo británico, un pueblo colonizador mayoritariamente europeo.
¿Cómo lo hizo? Fácil: recortó en un 50% los presupuestos de un gran número de organismos de la administración central, al tiempo que recortaba los contratos de amiguetes y las dádivas de los activistas.
Aunque la «wokeidad» parece ser un fenómeno nuevo, los problemas están ligados a una ley «histórica» de sesenta años de antigüedad: la Ley de Derechos Civiles de 1964. Esta ley, por desgracia, promueve la tiranía gubernamental en nombre de la libertad.