Los conservadores de la ley y el orden que se aferran a cada palabra de cualquier deidad vestida de negro llamada «juez federal», están ayudando e instigando la destrucción de la libertad americana.
Algunos economistas temen que una deuda gubernamental excesiva provoque una crisis económica y una recesión. Sin embargo, la verdadera amenaza para la economía son los préstamos de reserva fraccionaria respaldados por la Reserva Federal, que contribuyen a desencadenar un auge insostenible.
Cuando el CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson, fue asesinado a sangre fría en Nueva York, las élites progresistas aplaudieron el asesinato o se negaron a condenarlo. La llamada clase dirigente es incapaz de liderar.
Bob responde a argumentos erróneos sobre los déficits comerciales.
Los socialistas siempre han intentado ocultar la verdadera naturaleza del socialismo, presentándolo como un mecanismo para hacer avanzar la libertad cuando, en realidad, destruye la libertad. Hay que desenmascarar al socialismo.
Los economistas austriacos coinciden en que acabar con la Reserva Federal sería un gran paso adelante para recuperar la cordura en el gasto gubernamental y reforzar la economía de EEUU. He aquí un plan para hacer realidad el fin de la Fed.
El filósofo Karl Popper fue un fuerte crítico de Marx, de su sistema y, especialmente, de su dependencia del historicismo. Por desgracia, como señala David Gordon, Popper apoyaba el intervencionismo económico como una «tercera vía» viable para la organización social.
Contrariamente a muchas narraciones históricas, los países africanos precoloniales contaban con sofisticadas tradiciones diplomáticas. El pueblo igbo de lo que hoy es el sureste de Nigeria es bien conocido por su sistema altamente desarrollado.
El presidente Trump ha sugerido que el gobierno elimine el impuesto sobre la renta de las personas físicas y lo sustituya por aranceles. Aunque algunos pueden defender esa propuesta, lo cierto es que es mucho más fácil añadir un nuevo impuesto que eliminarlo.
Según una anticuada ley de EEUU, el gobierno de ese país debe dar cuenta de las más de 8.100 toneladas de oro que posee al precio, ahora completamente irrelevante, de 42,22 dólares la onza.
