Argumentos libertarios contra el socialismo
Lo que fundamentalmente hace que alguien sea libertario o socialista no es el fin que considera más importante, sino los medios que cree que son la mejor manera de conseguirlo.
Lo que fundamentalmente hace que alguien sea libertario o socialista no es el fin que considera más importante, sino los medios que cree que son la mejor manera de conseguirlo.
El nuevo gobierno laborista británico está haciendo lo que siempre hacen los gobiernos de izquierdas: subir los impuestos a todo el mundo, pero fingiendo que sólo los ciudadanos más ricos pagarán más.
Al igual que Santa Claus, que hace regalos gratis a nuestros hijos, la gente piensa que el Estado presta servicios «gratis». Sin embargo, el Estado no puede proporcionar nada sin confiscar primero la riqueza de otros —como el Grinch, que primero robó todos los regalos en Villaquién.
La idea de que el Estado puede proporcionar servicios y otras ventajas a sus ciudadanos que antes no existían contrasta con los argumentos de la protección estatal —una falacia que debería descartarse de plano.
En este episodio, Ryan McMaken analiza cómo los rituales domésticos y comerciales de la festividad de Acción de Gracias son cosas que a los comunistas realmente no les gustan.
El totalitarismo no es compatible con un sistema económico funcional basado en el libre intercambio y la propiedad privada. Tales regímenes dependen del historicismo y del relativismo lógico.
La reunión original de la Sociedad Mont Pelerin en 1947 contó con Ludwig von Mises, cuyas advertencias sobre los peligros del socialismo y el totalitarismo habían sido desoídas. En los escombros de la Segunda Guerra Mundial, la verdad de su mensaje debería haber sido obvia. Pero no lo fue.
Aunque la DEI (diversidad, equidad e inclusión) ha recibido una paliza en algunas legislaturas estatales, sigue teniendo una influencia corruptora, especialmente en la enseñanza superior. Como señaló Murray Rothbard, los igualitaristas están «en guerra con la naturaleza».
La cultura americana moderna es estatista hasta la médula. El currículo escolar típico dice a los estudiantes que el capitalismo es malo y el socialismo es bueno. Esto sólo empeora en la universidad.
Aunque la mayoría de nosotros conocemos a George Orwell como un crítico autorizado del totalitarismo, poca gente sabe que fue un socialista comprometido y un defensor de toda la vida del comunista León Trotsky. Aunque comprendía el totalitarismo, nunca entendió el socialismo.