De la defensa del intercambio de Bastiat al gobierno ideal
Frédéric Bastiat murió antes de poder terminar Armonías económicas, pero lo que sí escribió es una importante promoción de la libertad.
Frédéric Bastiat murió antes de poder terminar Armonías económicas, pero lo que sí escribió es una importante promoción de la libertad.
Los progresistas afirman que los sistemas sanitarios estatales son superiores a los de mercado. Sus argumentos no cuadran.
Las élites mundiales se reunieron en un nuevo intento de rehacer el mundo con una imagen diferente, invocando el llamado cambio climático como catalizador de la reunión. Como te puedes imaginar, su «buena» sociedad no es muy buena para los que no son élites.
África, aunque rica en recursos naturales, está lastrada por la corrupción gubernamental, las políticas socialistas y la falta de libertad económica. Sólo cabe esperar un cambio.
Mientras los delegados se reúnen en la COP28 para establecer una agenda de «combate del cambio climático», debemos recordar lo que pretenden hacer: destruir la economía mundial tal y como la hemos conocido.
Mientras los activistas del clima se reúnen la próxima semana en Abu Dhabi, hay problemas en el paraíso climático. El sultán Ahmed Al Jaber, anfitrión de la reunión, no está de acuerdo con los apocalípticos del clima, lo que, por supuesto, le da el temido apodo de «negacionista del clima».
Mientras el presidente electo de Argentina, Javier Milei, planea privatizar empresas estatales, hay una forma correcta y una incorrecta de privatizar estas entidades. Murray Rothbard y Hans-Hermann Hoppe muestran el camino.
Ezra Klein, del New York Times, se desespera ante la impotencia de los gobiernos para construir grandes proyectos, desde redes de energía hasta ferrocarriles de alta velocidad. Cree que la respuesta está en otorgar al Gobierno un poder absoluto.
El libre mercado no es una asociación entre el gobierno y los negocios, en la que los «capitalistas amiguetes» y los funcionarios del gobierno conspiran para multar al público.
Mientras que China logró un fuerte crecimiento económico en los años posteriores a Mao permitiendo que funcionaran los mercados libres, los dirigentes comunistas quieren devolver la economía a sus viejos métodos socialistas. Sin embargo, aunque el gobierno puede dar cifras de crecimiento falsas, no puede revertir los fracasos socialistas.