Los Acuerdos de Abraham cinco años después
Los cuatro años de comercio entre Israel y estos tres países árabes musulmanes son alentadores gracias a los Acuerdos de Abraham.
Los cuatro años de comercio entre Israel y estos tres países árabes musulmanes son alentadores gracias a los Acuerdos de Abraham.
¿Los tomates son frutas o verduras? Aunque parezca increíble, la Corte Suprema de los EEUU se pronunció sobre esta cuestión en 1893 con el fin de resolver una disputa arancelaria sobre la importación de tomates.
John Prince Smith, un ciudadano británico que se estableció en Alemania, lideró un movimiento a favor del libre comercio en ese país a mediados del siglo XIX. Desgraciadamente, su movimiento acabó siendo derrotado por el auge de la Realpolitik de Bismarck.
En 1806, Napoleón promulgó el Decreto de Berlín, en el que establecía su Sistema Continental, con el que esperaba someter a Gran Bretaña mediante bloqueos y políticas contrarias al comercio. Al final, el contrabando y el incumplimiento flagrante de la ley acabaron con su sistema y su imperio.
El embargo de los EEUU contra Cuba continúa, en detrimento de ambos países. No es de extrañar que Murray Rothbard tuviera opiniones muy firmes sobre el embargo, ya que creía que las políticas de EEUU no solo eran contraproducentes, sino que además eran claramente perjudiciales.
Aunque muchos historiadores afirman que la esclavitud fue la única causa de la Guerra Civil, pasan por alto el papel que desempeñaron los aranceles en la creación de las divisiones económicas y políticas entre el Norte y el Sur antes de que comenzara la guerra.
Ningún país necesita la aprobación de otros para adoptar el libre comercio. No se produce ningún perjuicio y se obtienen muchos beneficios para los ciudadanos de ambos países.
Los EEUU y sus aliados occidentales pueden burlarse de este desafío, pero solo ha sido posible gracias a la prepotencia (por decirlo de la forma más suave posible) y la ilegalidad manifiesta de las acciones de EEUU.
Los medios de comunicación están presentando los «acuerdos comerciales» del presidente Trump como una «victoria» para la Casa Blanca. Sin embargo, cuando analizamos estos «acuerdos» en detalle, vemos que los productores y consumidores emericanos saldrán peor parados que antes.
En ambos casos, el uso del nacionalismo y el patriotismo por parte de los gobiernos brasileños revela una estrategia recurrente: apelar al orgullo nacional para desviar la atención de las crisis autoinfligidas.