Jamaica se ha convertido en un destino privilegiado para la inversión bajo el liderazgo del primer ministro Andrew Holness. El país ha fomentado un entorno favorable para los negocios.
El fútbol universitario ha experimentado por fin una retención de un deportista para conseguir un pago esperado. En el caso de Nico Iamaleava, intentó conseguir más dinero de la Universidad de Tennessee, pero fracasó estrepitosamente. Hay lecciones económicas que aprender.
Uno de los argumentos esgrimidos a favor de los aranceles es que permitirán a los fabricantes nacionales competir mejor con los productores extranjeros. Aunque la gente crea que eso es cierto, el problema es que los aranceles no crean una buena base para el desarrollo del capital.
Un mito progresista perdurable es que las minorías raciales y religiosas sólo pueden obtener beneficios económicos si el gobierno «nivela el campo de juego». Sin embargo, la historia demuestra que el libre mercado ofrece las mejores oportunidades a las minorías.
Dado que muchos miembros de las clases dirigentes reaccionan violentamente ante DOGE, uno se imagina que Elon Musk podría estar en el buen camino. Podría aprender mucho más sobre la mano muerta del gobierno si leyera a Ludwig von Mises.
Trump emitió proclamaciones presidenciales separadas para aumentar los aranceles al 25 por ciento sobre todas las importaciones de acero de EEUU y elevar los aranceles del 10 al 25 por ciento sobre todas las importaciones de aluminio. ¿Cuáles son algunas de las consecuencias imprevistas?
La supresión gradual del Ministerio de Educación es un paso en la dirección correcta hacia un sistema educativo cada vez más orientado al mercado.
Hay un nuevo sheriff en la ciudad, y eso augura problemas para las cuantiosas subvenciones federales que sustentan gran parte de la educación superior.
El presidente Trump ha prometido «miles y miles de millones» de dólares en nuevos ingresos gracias a sus aranceles, por no hablar del rejuvenecimiento económico. Las probabilidades no están a su favor, por decirlo suavemente.
La burocracia totalitaria necesita un estado constante de crisis y no hay mejor creador de crisis que las maquinaciones imperiales.
