Herbert Hoover, enemigo del libre mercado
Un mito perdurable entre los historiadores americanos es que la respuesta del presidente Hoover a la Depresión fue dejar que funcionara el libre mercado. Esto es totalmente falso.
Un mito perdurable entre los historiadores americanos es que la respuesta del presidente Hoover a la Depresión fue dejar que funcionara el libre mercado. Esto es totalmente falso.
La Cuarta Enmienda se ha utilizado de forma divisiva, desmintiendo su pretensión de «igual protección» ante la ley. Podemos tener igualdad ante la ley, o podemos tener lo que se está convirtiendo en un sistema de botín basado en la raza. No podemos tener ambas cosas.
Mientras la administración Trump afirma que rompe con la política de Joe Biden, continúa los ataques de EEUU contra los hutíes de Yemen apoyados por el anterior presidente.
En Friday Philosophy, Gordon reseña «La superstición arancelaria: por qué el proteccionismo siempre fracasa y quién realmente paga el precio» de Kedosa, quien argumenta contra los aranceles proteccionistas, utilizando en ocasiones los razonamientos que Murray Rothbard.
Abraham Lincoln es más conocido por su papel como presidente en tiempos de guerra, pero sus políticas económicas fueron precursoras del New Deal. Desde las subvenciones a los ferrocarriles hasta un sistema bancario nacional, Lincoln allanó el camino hacia la Era Progresista y más allá.
Cinco años después, el cambio de imagen de la pandemia del covid ya se está produciendo y, por desgracia, está teniendo cierto éxito. Esto es similar a cómo el New Deal fue rebautizado como un éxito rotundo cuando fue un fracaso medible.
La burocracia totalitaria necesita un estado constante de crisis y no hay mejor creador de crisis que las maquinaciones imperiales.
Un tipo de secesión activa en 2025 es cuando uno o más condados rurales pretenden separarse del estado actual para unirse a un estado vecino.
Hace cinco años, la propagación del covid-19 dio a los políticos la excusa para volverse totalmente totalitarios. Su campaña, basada en el miedo, consistió en medidas autoritarias basadas en mentiras y medias verdades.
La mayoría de los americanos modernos no pueden concebir que los estados se separen de los EEUU, pero en 1860, la mayoría de la población creía que la secesión era legal y moral y consideraba que la Constitución la permitía.