Economía austriaca en marcha
Hace tiempo que sostengo que la economía austriaca debería desarrollarse no como una alternativa a la actual disciplina académica de la economía, sino como su sustituta.
Hace tiempo que sostengo que la economía austriaca debería desarrollarse no como una alternativa a la actual disciplina académica de la economía, sino como su sustituta.
Jonathan Newman aparece en el programa para hablar del reciente debate de Bob en ZeroHedge, centrado en la economía austriaca frente a la Teoría Monetaria Moderna (TMM).
Los gobiernos parecen unidos en su empeño por destruir el dinero sano y sustituirlo por papel sin valor. Sin embargo, a medida que avanzan las tecnologías, también lo hace la capacidad de las personas para socavar el gobierno y, con él, el desarrollo del dinero sano.
Los intentos americanos de preservar su estatus de liderazgo en el mundo fracasarán a menos que promulgue reformas que en realidad no son más que comportarse de forma legal y honorable.
Tanto los monetaristas como los keynesianos creen que una economía en crecimiento requiere una oferta monetaria creciente, de ahí el «objetivo» de inflación del dos por ciento de la Reserva Federal.
Los economistas de la corriente dominante están unidos contra la deflación, que afirman es la causa de las recesiones. Los austriacos lo saben mejor, pues entienden que la deflación eleva el nivel de vida y evita las destructivas burbujas de activos.
El papel moneda fiat del gobierno no sólo causa estragos económicos. También es un ejercicio de profunda deshonestidad y robo.
El presidente de Argentina, Javier Milei, propone una nueva ley que «declararía delito imprescriptible para el Estado y el Banco Central monetizar el déficit público y crear inflación». Aunque pueda ser rechazada políticamente, señala los peligros reales de la inflación.
Ningún curso de macroeconomía o teoría monetaria está completo sin la introducción de la Ecuación de Intercambio, o MV = PQ. Sin embargo, esta ecuación no explica nada, praxeológicamente hablando. En cambio, enturbia nuestra comprensión de cómo encaja el dinero en nuestra economía.
Trump ha estado amenazando con imponer aranceles a los países BRICS a menos que abandonen sus planes de abandonar el dólar de EEUU. Aunque Trump pueda parecer «duro» en sus negociaciones, no puede fanfarronear para conseguir un dólar más fuerte, gracias a unas políticas monetarias temerarias.