La Fed

¿Necesita el gobierno de los EEUU una reserva de oro? No, no la necesita. El oro del gobierno es básicamente un fondo de emergencia que las élites utilizan para preservar su poder político.

¿Deberíamos auditar las reservas de oro de los EEUU? En primer lugar, echemos un vistazo a lo que dicen las cifras oficiales sobre el tamaño de la reserva de oro de los EEUU, dónde se encuentra y cuánto vale en dólares.

Hace más de un siglo, el Congreso creó el Sistema de la Reserva Federal para intervenir en la economía americana. Ni siquiera los mayores críticos de la creación del banco central podrían haber predicho los desastres económicos que provocó.

La elevada inflación impulsó la derrota de Donald Trump frente a Kamala Harris el pasado noviembre. La economía era el principal problema para la mayoría de los votantes, y la inflación era el principal problema económico. 

La Fed está perdiendo cantidades récord de dinero, pero en el mundo mágico de la impresión de dinero, no es un problema para la Fed. Es un problema para los contribuyentes.

El mercado hipotecario residencial de América está controlado en su mayor parte por el gobierno. Ryan McMaken y Alex Pollock hablan de cómo empresas gubernamentales como Fannie Mae están alimentando la crisis de asequibilidad de la vivienda en América. 

Gran parte del sistema financiero mundial se sustenta en la falsa afirmación de que los bonos del gobierno de EEUU están «libres de riesgo». La verdad es que no todo va bien en lo que respecta a la banca y las finanzas.

Durante más de un siglo, la Reserva Federal ha destruido lenta pero inexorablemente el otrora sólido sistema monetario de este país. Cuando la inflación vuelve a socavar nuestra economía, la Fed reacciona empeorando aún más las cosas.

Incluso si el corazón de esta administración está en el lugar correcto, ¿realmente queremos otro fondo multimillonario o billonario para manejar los ahorros de la gente?

Las imprudentes políticas de la Reserva Federal han causado estragos en los mercados inmobiliarios, y el Gobierno y las autoridades monetarias han contribuido a crear la burbuja inmobiliaria, que está a punto de estallar. Como de costumbre, las malas políticas traen mala gente a los mercados.