El debate sobre el gran y hermoso proyecto de ley
Daniel Lacalle se une a Bob para promocionar la BBB (siglas en ingles de «gran y hermoso proyecto de ley») como una ley favorable al crecimiento que es lo mejor que los libertarios pueden conseguir.
Daniel Lacalle se une a Bob para promocionar la BBB (siglas en ingles de «gran y hermoso proyecto de ley») como una ley favorable al crecimiento que es lo mejor que los libertarios pueden conseguir.
El ahora infame Gran y Hermoso Proyecto de Ley de Trump se ha convertido en el clásico engaño publicitario, en el que el presidente promete responsabilidad fiscal como candidato, pero cuando llega a la Casa Blanca se entrega al despilfarro.
El proteccionismo no es realmente una teoría para mejorar la situación de todos, sino una afirmación de que ciertas personas que desempeñan determinadas profesiones son especiales.
La teoría macroeconómica moderna sostiene que el gasto gubernamental, los impuestos y la creación monetaria son esenciales para el crecimiento económico. Sin embargo, los economistas austriacos señalan que el gobierno frena la economía.
Mientras el presidente Trump critica los déficits comerciales de EEUU, olvida que estos se deben al hecho de que el dólar de los EEUU es la moneda de reserva mundial. Esto, a su vez, fomenta el gasto deficitario y una deuda nacional inflada.
Elon Musk ha descubierto por las malas que se pueden descubrir cientos de miles de millones de dólares que el Congreso malgasta, pero no se consigue que sus miembros dejen de hacer un gasto excesivo. Jim Bovard aprendió esa dura lección hace 30 años.
El llamado «One Big, Beautiful Bill» (gran y hermoso proyecto de ley) del presidente Trump es más de lo mismo: grande e inflado. Añade miles de millones al déficit federal y no hace nada para hacer frente a la ruinosa deuda del gobierno. Naturalmente, los republicanos lo apoyan.
La administración Trump ha seguido una política de aranceles elevados, revirtiendo la tendencia global hacia la reducción de barreras comerciales. La justificación es la existencia de déficits comerciales con otras naciones. Sin embargo, ¿y si los déficits comerciales no importaran?
Forbes calificó esta explosiva situación de los préstamos como una “tormenta perfecta… de mayores cargas de deuda, pagos más altos y una economía implacable”.
Al igual que los presidentes que le precedieron, Donald Trump está utilizando el IRS como arma contra las organizaciones que no le gustan. Richard Nixon hizo lo mismo —y ayudó a hundir su presidencia.