Por qué la reserva de oro del gobierno es algo malo
¿Necesita el gobierno de los EEUU una reserva de oro? No, no la necesita. El oro del gobierno es básicamente un fondo de emergencia que las élites utilizan para preservar su poder político.
¿Necesita el gobierno de los EEUU una reserva de oro? No, no la necesita. El oro del gobierno es básicamente un fondo de emergencia que las élites utilizan para preservar su poder político.
¿Deberíamos auditar las reservas de oro de los EEUU? En primer lugar, echemos un vistazo a lo que dicen las cifras oficiales sobre el tamaño de la reserva de oro de los EEUU, dónde se encuentra y cuánto vale en dólares.
La implantación de las monedas digitales de los bancos centrales no sólo tiene que ver con el dinero. También se trata de la libertad personal y de cómo las CBDC otorgan al gobierno enormes poderes sobre los individuos.
¿Pueden Donald Trump y Elon Musk cambiar realmente la dirección del crecimiento y el gasto gubernamental? La proverbial ventana de Overton no permanece abierta mucho tiempo.
El oro de la reserva de oro de EEUU es un legado de la época en que el gobierno de los EEUU se negó a cumplir su promesa de canjear dólares en oro, y cuando incumplió sus obligaciones legales de pagar las deudas en oro.
Los sistemas comerciales del mundo están quebrados, gracias a las monedas fiduciarias y al imprudente gasto deficitario del gobierno de los EEUU. Hay una salida; se llama saldar cuentas en oro, lo que obligaría a recuperar la cordura fiscal.
Hasta ahora, DOGE ha expuesto al público americano a innumerables ejemplos de gastos derrochadores. Como era de esperar, los beneficiarios del sistema ven esto como una gran injusticia.
A pesar de los esfuerzos del gobierno por apuntalar los precios inmobiliarios, los mercados tienen la última palabra. El sector inmobiliario comercial es especialmente vulnerable a las últimas tendencias.
El mercado hipotecario residencial de América está controlado en su mayor parte por el gobierno. Ryan McMaken y Alex Pollock hablan de cómo empresas gubernamentales como Fannie Mae están alimentando la crisis de asequibilidad de la vivienda en América.
El desplome bursátil de 1929 provocó la mayor recesión económica de la historia moderna del mundo.