Inseguridad social: no es errado preocuparse por los hechos
Seguridad Social está abocada a una reducción de las prestaciones, y ninguna retórica política, ni siquiera el aumento de los impuestos, resolverá el problema. Los números no mienten.
Seguridad Social está abocada a una reducción de las prestaciones, y ninguna retórica política, ni siquiera el aumento de los impuestos, resolverá el problema. Los números no mienten.
Las élites políticas y económicas predijeron un escenario catastrófico cuando Trump fue elegido en 2016, pero la realidad de su presidencia no se acercó a la retórica apocalíptica que la acompañó.
Como la teoría keynesiana ha triunfado en el mundo de la economía, la gente está sometida al peor tipo de intervención gubernamental en la economía. Derribar a Keynes es el primer paso hacia la cordura económica.
Los esfuerzos gubernamentales para ampliar la «demanda agregada» implican nuevos gastos y la creación de dinero. En realidad, estas actividades destruyen riqueza en nombre de su expansión.
Al pedir dinero prestado y «crear» nuevos puestos de trabajo, el gobierno está creando la ilusión de una economía fuerte. Esto no acaba bien.
Los mercados se preparan para que la Reserva Federal «pivote»; es decir, cambie de dirección y pase de subir los tipos de interés a recortarlos. ¿Qué significa esto? Significa que el liderazgo de la Fed no han aprendido nada en los últimos años.
Durante mucho tiempo, los bancos han tratado de mantener los préstamos de construcción «en los libros» para cobrar más intereses. Con una recesión en ciernes, es probable que estos largos préstamos se conviertan en morosos.
A pesar del aumento de los alquileres, la inversión en nuevos apartamentos es una propuesta perdedora, gracias a la Reserva Federal.
Los confusos mensajes de la Fed ayudan a ilustrar cómo la Fed trata de servir a diversos intereses políticos al tiempo que intenta evitar los escollos políticos tanto de la inflación de precios elevados como del estancamiento económico.
En materia de vivienda, la solución al problema de la asequibilidad es bastante sencilla: construir más. Controlar el precio de la vivienda en forma de «control de alquiler» sólo empeora las cosas.