Política y gobierno: la debilidad del Estado
Pensar con claridad sobre el Estado nos obliga a pensar de forma diferente a lo que se suele creer. El Estado no es un «mal necesario», sino que es simplemente malo.
Pensar con claridad sobre el Estado nos obliga a pensar de forma diferente a lo que se suele creer. El Estado no es un «mal necesario», sino que es simplemente malo.
El alquiler es demasiado alto. Sin embargo, la interferencia del gobierno en los mercados de alquiler ha sido la razón principal por la que los alquileres son tan altos en primer lugar.
Cuando pensamos en el término «igualdad», la mayoría de nosotros lo entendemos en un sentido formal: igualdad ante la ley. Sin embargo, las élites políticas exigen una igualdad «sustantiva», que es imposible de alcanzar.
Ni el Congreso ni el presidente Trump hablan ya de un presupuesto equilibrado. En su lugar, los republicanos y los demócratas compiten entre sí para ver quién puede gastar más.
El «cierre» del gobierno y la supuesta amenaza al programa de cupones de alimentos pueden haber remitido por ahora, pero debemos comprender por qué este programa se ha extendido tanto en los últimos años. James Bovard nos explica el motivo.
Los planificadores centrales actúan como magos que pueden conjurar la prosperidad económica aumentando artificialmente la demanda.
¿Cómo será el futuro de Nueva York bajo la alcaldía de Mamdani? Ojalá tuviéramos una máquina del tiempo, pero, dadas las políticas, es posible imaginar algunos resultados.
Mientras los socialistas eufóricos proclaman que la victoria electoral de Zohran Mamdani es el comienzo de una toma del poder socialista en los EEUU, los Socialistas Democráticos de América tienen un largo camino por recorrer antes de poder completar su misión declarada.
A lo largo de los siglos, los gobiernos europeos han expulsado a trabajadores con talento de sus países. Ese desafortunado legado continúa, ya que Francia es la última nación que se enfrenta a una «fuga de cerebros».
Henry Hazlitt escribió en Economía en una lección que cada generación tiene que volver a aprender las falacias económicas que el gobierno emplea al implementar malas políticas. Los neoyorquinos están a punto de aprender muchas lecciones nuevas.