Por qué ha fracasado el constitucionalismo liberal clásico

Durante los siglos XVIII y XIX, el partido del laissez-faire y del libre mercado —conocido hoy como «liberales clásicos»— impulsó a menudo un programa político que incluía la adopción de constituciones escritas. Los antiguos liberales —como los revolucionarios americanos y los reformistas burgueses franceses— pensaban que las constituciones escritas ofrecerían una barrera sustancial contra los abusos del poder estatal.

La fusión de Union Pacific y Norfolk Southern destaca la necesidad de poner fin a los subsidios de Amtrak

Fundada en 1971, Amtrak emprendió una audaz aventura para ver si los trenes de pasajeros podían ser rentables. Este experimento ha fracasado. Los políticos han elegido a menudo rutas para ganar votos en lugar de atraer pasajeros. Como resultado, Amtrak lleva 54 años despilfarrando el dinero de los contribuyentes.

La crisis del precio del arroz en Japón revela un doble dilema político

El precio del arroz de mesa en Japón se ha disparado. En junio de 2025, el precio medio al por mayor había alcanzado los 27.102 yenes por 60 kilogramos. Es decir, 452 yenes por kilo, unos 3,12 dólares al cambio actual. En el comercio minorista, el precio medio de una bolsa de 5 kilos había superado los 4.285 yenes (29,50 dólares). En comparación con 2021, el precio del arroz de mesa se había más que duplicado, causando un malestar generalizado entre el público japonés.

Hay que desmantelar el Banco de Portugal antes de que cause más daño

En 2009, Ron Paul expuso sus argumentos contra la Reserva Federal, identificándola como la principal responsable de la pesadilla inflacionista que lleva décadas mutilando el poder adquisitivo de los americanos. Este es el resultado de las políticas de dinero fácil que generan ciclos de auge-caída dentro del orden económico, lo que lleva a recesiones que eliminan las empresas no rentables.

No envíe armas a zonas conflictivas

Partes sustanciales del mundo están en guerra, Oriente Medio y Ucrania atraen la mayor atención, pero también hay otras. Nuestra política exterior tradicional aboga por la no intervención en guerras extranjeras, pero incluso quienes no aceptan plenamente esta política deberían estar de acuerdo en una cosa. América no debe enviar armas a zonas conflictivas. Las guerras son cosas malas, y no deberíamos empeorarlas facilitando la matanza.