Elon Musk afirma que el dinero dejará de ser relevante. ¿Tiene razón?
Elon Musk afirmó recientemente que la inteligencia artificial hará que el dinero sea obsoleto. Necesita leer la literatura sobre economía austriaca.
Elon Musk afirmó recientemente que la inteligencia artificial hará que el dinero sea obsoleto. Necesita leer la literatura sobre economía austriaca.
La economía convencional está obsesionada con «maximizar» las llamadas funciones de utilidad y descubrir la omnipresente «curva de utilidad social». En la 'Filosofía del viernes' de esta semana, el Dr. David Gordon desmonta esta fijación por la «utilidad».
Los economistas convencionales y otros hablan del índice de precios al consumo como la medida de la inflación. Sin embargo, el IPC no es más que una media ponderada de cifras introducidas en una fórmula arbitraria. Es hora de poner fin de una vez por todas a esta farsa estadística.
Cuando los economistas tratan de analizar la economía, un procedimiento consiste en eliminar el componente «estacional» de los datos para tener en cuenta las tendencias y fluctuaciones. Esto choca con el pensamiento que subyace a la praxeología.
La obra Acción humana, de Ludwig von Mises, no es solo otro libro sobre economía, aunque su contenido económico es excelente y atemporal. Es un recorrido por una verdad tras otra, construido sobre la lógica y la razón.
Los economistas austriacos difieren de la corriente económica dominante en muchos aspectos, pero la ruptura con la teoría de la utilidad es especialmente importante para comprender la división entre las dos escuelas de pensamiento económico.
Hoppe es un analista exigente de lo que funciona, no un arquitecto de la agitación.
Los economistas convencionales afirman que pueden utilizar modelos econométricos para emular la acción humana y, de este modo, crear un laboratorio económico. Sin embargo, estos modelos no pueden proporcionarnos información sobre la relación causa-efecto.
En cambio, lo que importa no es si las expectativas son estables, sino si se corresponden con la realidad. Las expectativas estables no pueden reparar el daño causado por las políticas monetarias y fiscales laxas.
Muchos defensores de la «justicia social» afirman apelar a una «ley superior», pero suelen negarse a reconocer las leyes económicas porque estas se interponen en su camino hacia la creación de una sociedad «justa».