Según el pensamiento popular, no siempre es posible establecer el estado de una economía simplemente inspeccionando los datos en su conjunto. En cambio, se argumenta que lo que se necesita es desglosar los datos en sus componentes clave. Esto permitirá a los economistas identificar el verdadero estado de la economía.
Componentes que impulsan los datos
Básicamente, los datos que se observan a lo largo del tiempo, denominados series temporales, pueden desglosarse en cuatro componentes: 1) el componente de tendencia; 2) el componente cíclico; 3) el componente estacional; y 4) el componente irregular. Se acepta que, a lo largo del tiempo, la tendencia determina la dirección general de los datos, el componente cíclico refleja las fluctuaciones de los datos debido a la influencia del ciclo económico, el componente estacional tiene que ver con el efecto de las estaciones, como el invierno, la primavera, el verano, el otoño y diversas fiestas, y el componente irregular muestra diversos acontecimientos irregulares. Se considera comúnmente que la interacción de estos cuatro componentes genera los datos generales.
La opinión popular considera que el componente cíclico es la parte más importante de los datos. También se sostiene que el aislamiento de este componente permitiría a los analistas desentrañar el misterio del ciclo económico. Se mantiene que, para adelantarse a los efectos secundarios negativos del ciclo económico, es importante establecer el tamaño del componente cíclico en un plazo lo más breve posible. Así, una vez que el banco central ha identificado el tamaño del componente cíclico, podría compensar la influencia cíclica mediante una política monetaria adecuada.
Según diversos estudios, las fluctuaciones mensuales de los datos están dominadas por la influencia del componente estacional de los mismos. A medida que aumenta el intervalo de tiempo, la importancia del componente cíclico se refuerza, mientras que la influencia del componente estacional disminuye. Se supone que la tendencia ejerce una fuerte influencia sobre una base anual, mientras que tiene un efecto menor sobre las variaciones mensuales de los datos. También se sostiene que, si bien el factor irregular puede ser muy «salvaje», el efecto que produce es de corta duración. Así, el efecto de una perturbación positiva se compensa con una perturbación negativa. De ello se deduce que, para poder observar la influencia del ciclo económico a corto plazo, solo es necesario eliminar el impacto del componente estacional.
Eliminación del componente estacional
La mayoría de los expertos consideran que el componente estacional de los datos es conocido de antemano. Por ejemplo, cada año es probable que la gente compre ropa de abrigo antes de la llegada del invierno. Además, las personas tienden a seguir patrones de comportamiento similares año tras año antes de las fiestas importantes. Por ejemplo, las personas tienden a destinar una mayor parte de sus ingresos a la compra de diversos bienes de consumo antes de Navidad. La hipótesis de que el componente estacional es el mismo año tras año implica que su eliminación permitirá evaluar con precisión la magnitud de la influencia cíclica en los datos.
Mediante métodos estadísticos, los economistas generan estimaciones mensuales del componente estacional de los datos. Una vez eliminado este componente de los datos brutos, los datos quedan ajustados estacionalmente. Esto significa que nos quedamos con los componentes cíclicos, irregulares y de tendencia. Dado que se considera que, sobre una base mensual, la importancia del componente de tendencia es insignificante y el efecto del componente irregular es de corta duración, es probable que las fluctuaciones en los datos ajustados estacionalmente reflejen el efecto del ciclo económico.
La mayoría de las oficinas de estadística gubernamentales de todo el mundo utilizan programas informáticos del gobierno de los EEUU, como X-12 y X-13, para estimar el componente estacional de los datos. Mediante sofisticadas medias móviles, estos programas generan las estimaciones del componente estacional. A continuación, el programa informático utiliza las estimaciones obtenidas para ajustar los datos a la estacionalidad (es decir, para eliminar el componente estacional de los datos brutos). Parecería que, mediante sofisticados métodos matemáticos, estos programas pueden generar estimaciones realistas de la influencia estacional en los datos, lo que, a su vez, permite identificar la influencia cíclica. Pero, ¿es así?
Si se aceptara que los datos son el resultado de la interacción de los componentes de tendencia, cíclicos, estacionales e irregulares, se podría concluir que estos componentes afectan a los datos, independientemente de la voluntad humana. Sin embargo, la acción humana no es robótica, sino consciente y deliberada. La acción de un individuo se pone en marcha por su mente valorativa, no por factores externos. Los datos son el resultado de las valoraciones de los individuos en un momento dado, de acuerdo con el fin particular de cada uno. Por lo tanto, las respuestas individuales a las distintas estaciones o festividades nunca son automáticas, sino que forman parte de un comportamiento consciente y deliberado. Más fundamentalmente, no hay medios disponibles para cuantificar las valoraciones subjetivas individuales que hay detrás de sus elecciones. No hay normas constantes para medir el acto de valoración de la realidad por parte de la mente. Según Rothbard,
Es importante darse cuenta de que nunca existe la posibilidad de medir los aumentos o disminuciones de la felicidad o la satisfacción. No solo es imposible medir o comparar los cambios en la satisfacción de diferentes personas, sino que tampoco es posible medir los cambios en la felicidad de una persona determinada. Para que cualquier medición sea posible, debe existir una unidad y objetivamente dada, eternamente fija, con la que se puedan comparar otras unidades. No existe tal unidad objetiva en el campo de la valoración humana.
Dado que no es posible cuantificar la valoración que hace la mente de los fines, es obvio que esta valoración no puede expresarse matemáticamente. Además, aunque algunas elecciones pueden cuantificarse, no son constantes matemáticas. Esto significa que las llamadas estimaciones de los factores estacionales generadas por los programas informáticos deben ser números arbitrarios.
Contrariamente a la opinión aceptada, el ajuste por estacionalidad simplemente distorsiona los datos brutos, lo que dificulta mucho más la determinación del estado del ciclo económico. Estas distorsiones tienen graves consecuencias para los responsables políticos que emplean las denominadas «políticas anticíclicas» en respuesta a los datos ajustados estacionalmente.
Los datos ajustados estacionalmente también constituyen la base de la economía aplicada. Se derivan diversas teorías a partir de la observación de las interrelaciones de las series temporales ajustadas estacionalmente. Estas teorías no pueden tomarse demasiado en serio, ya que los datos en los que se basan son estadísticamente arbitrarios.
Ahora bien, dado que las personas se guían por una conducta consciente y deliberada, toda la idea de que un componente cíclico es responsable de los ciclos de auge-caída es cuestionable. Cabe señalar que el ciclo económico se presenta en el pensamiento dominante como algo que forma parte de la economía. Se sostiene que este «algo» es la fuente de las fluctuaciones repentinas de la actividad económica. Sin embargo, esto pasa por alto el hecho de que las fluctuaciones de la actividad económica son el resultado de las políticas monetarias de los bancos centrales, que falsifican los tipos de interés y establecen la plataforma para la generación artificial de dinero y crédito «de la nada», lo que contribuye a las valoraciones erróneas de las personas.
Sin una teoría coherente, —basada en el hecho de que las acciones humanas son conscientes y tienen un propósito—, es imposible empezar a comprender las causas del ciclo económico y ninguna cantidad de manipulación de datos, mediante métodos matemáticos avanzados, servirá para ello.
Conclusión
Para empezar a determinar con precisión el estado de una economía, muchos economistas opinan que la información relativa al componente cíclico de los datos económicos puede ser de gran ayuda. Los expertos han llegado a la conclusión de que, para evitar una posible recesión económica, es importante disponer de información sobre la magnitud del componente cíclico de los datos a corto plazo. También se sostiene que, al eliminar el componente estacional, será posible establecer la influencia cíclica.
El ciclo económico se presenta como algo que forma parte de la economía. Sin embargo, se pasa por alto que las fluctuaciones de la actividad económica son el resultado de las políticas monetarias de los bancos centrales. Estas políticas falsifican las tasas de interés, sientan las bases para la inflación artificial del dinero y el crédito, contribuyen a errores de cálculo económicos y distorsionan la estructura de la producción. Incluso si fuera posible cuantificar la influencia cíclica, sin una teoría coherente, esto no sería útil para comprender las causas del ciclo económico.