En una reciente columna en el New York Times, la profesora de Dartmouth Brooke Harrington afirmaba que Trump está deshaciendo la confianza en nuestras instituciones mientras que Franklin Roosevelt la restauró. Está claro que Harrington no sabe mucho sobre FDR —ni sobre Trump.
La masacre en el Departamento de Justicia y el FBI ha comenzado, y los principales medios de comunicación están retratando a los agentes purgados como víctimas de una administración Trump sin ley. Pero estas agencias llevan años sin cumplir la ley y alguien tiene que ponerlas en cintura.
Los recientes comentarios de JD Vance y Pete Hegseth han puesto de relieve la relación entre los EEUU y sus aliados en Europa. La desafortunada verdad es que la mayor parte de Europa está sumida en un declive autoimpuesto. Los contribuyentes de EEUU no deberían verse obligados a participar.
John Quincy Adams advirtió célebremente contra la salida de los EEUU al extranjero en busca de «monstruos que destruir», pero mientras afirma destruir monstruos, el régimen también los crea y alimenta.
Los medios de comunicación tradicionales están intensificando su oposición a la administración Trump y especialmente a Elon Musk. Sin embargo, parece que están utilizando el libro de jugadas de hace ocho años, durante la primera presidencia de Trump.
Los americanos están mucho más satisfechos de cómo les van las cosas en su propia vida que de los EEUU en general.
Solo han pasado unas semanas desde que el presidente Trump se convirtió en el 47º POTUS y ya se está poniendo a trabajar para implementar su
Michael Huemer se enfrenta a la wokeness y a otros shibboleths progresistas —y gana con un fácil derribo.
La razón por la que el wokismo no es constructivo y sí destructivo es porque el wokismo no tiene valores positivos.
El desvarío de Lindsay se pone claramente de manifiesto cuando compara el lema «América es para los americanos» con Black Lives Matter. Es un análisis deshonesto.
