Los políticos y los banqueros centrales nos aseguran que están «luchando» diligentemente contra la inflación. En realidad, están luchando contra la inflación de la misma manera que un pirómano lucha contra los incendios que acaba de provocar. El gobierno es el pirómano de la inflación.
A menudo se ridiculiza el principio de no agresión por ser abstracto y poco realista. Sin embargo, es posible funcionar en el mundo real viviendo según este principio, algo que Murray Rothbard demostró utilizando la lógica y el pensamiento claro.
Historiadores del establishment afirman que el gobierno británico no tenía intención de privar a los colonos americanos de sus libertades, la historia real cuenta una historia diferente. Las cosas llegaron a un punto crítico el 19 de abril de 1775, desencadenando la Revolución Americana.
Los keynesianos afirman que a través del «multiplicador», un país puede gastar hasta alcanzar la prosperidad. Todo lo que se necesita es que el gobierno grave, pida prestado, imprima dinero y gaste, y la prosperidad vendrá sola.
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Las clases dirigentes y sus medios culparon de la crisis financiera de 2008 al libre mercado y a la escasa regulación gubernamental. Sin embargo, como la Reserva Federal prometió ayudar a cubrir las pérdidas en los mercados financieros, prácticamente invitó a un comportamiento imprudente.
¿Cuál es una política exterior libertaria adecuada? Murray Rothbard escribió que, ante todo, una política pacífica y realista significa no invadir otros países y trabajar para poner fin a las guerras lo antes posible.
La erudición de Ralph Raico sobre los orígenes del liberalismo clásico sirve de contrapeso esencial al anglocentrismo de Hayek.
«Son las ideas las que agrupan a los hombres en facciones combatientes, las que ponen las armas en sus manos y las que determinan contra quién y para quién se utilizarán las armas».
Por ahora, lo primero que podemos hacer para que la deuda federal sea menos costosa y más manejable es dejar de aumentarla.
