Mientras las políticas de identidad basadas en la raza y el género dominan el panorama político, olvidamos que los intereses de clase pueden ser una poderosa herramienta para unir a la gente por una causa.
Si no hubiera elecciones dentro de dos meses, es seguro que estaríamos escuchando todo sobre lo terrible que es la pandemia. Pero, hay elecciones, y eso significa que estamos escuchando que todo está bien.
Los banqueros centrales de EEUU son culpables de muchas cosas, pero no tienen la culpa de que los banqueros centrales de otros lugares sean a menudo incluso peores y hayan hecho que sus monedas sean débiles en comparación con el dólar.
«Nuestro gasto en beneficencia es probablemente el más alto del mundo. Sólo es «laissez-faire» en el sentido de que tenemos... un sector caritativo muy grande también».
Tanto Murray Rothbard como Harry Jaffa comenzaron como hombres de derecha. Sin embargo, Rothbard se inclinó por la opinión de que los individuos poseen derechos fuera del Estado; Jaffa se inclinó por el conservadurismo.
«Incluso aquellos que realmente votaron a favor de la adopción de la Constitución, no prometieron su fe por ningún tiempo específico; ya que no se nombró ningún tiempo específico durante el cual la asociación debería continuar».
Al igual que muchos «conservadores» modernos, F.H. Buckley cree que el futuro de América pasa por un gobierno conservador con una ayuda de intervención gubernamental, aranceles y regulación.
Si el descenso de los alistamientos es un indicio de la disminución de la fe en el ejército en general —y especialmente de la disminución del apoyo entre los conservadores— es una muy buena noticia.
La destrucción de Hiroshima y Nagasaki fue un crimen de guerra peor que cualquiera de los que ejecutaron los generales japoneses en Tokio y Manila. Si Harry Truman no fue un criminal de guerra, entonces nadie lo fue nunca.
En el pasado, muchos americanos se limitaban a confiar en que el régimen proporcionara «ley y orden». Pero parece que ese sentimiento es cada vez más raro.
