Sebag y el dinero natural
En un nuevo libro, The Natural Order of Money, Roy Sebag argumenta que el dinero es la «extensión del orden natural» y que no es arbitrario.
En un nuevo libro, The Natural Order of Money, Roy Sebag argumenta que el dinero es la «extensión del orden natural» y que no es arbitrario.
Pocos economistas —incluso los defensores del libre mercado— entienden qué causó la Gran Depresión. No, la Fed no causó la Depresión por no inflar la moneda. Por el contrario, fue la inflación de la Fed lo que provocó los desastrosos primeros acontecimientos.
Cuando los gobiernos entran en guerra, el sistema monetario de la nación suele descender al pozo de la inflación. La Guerra de 1812 no fue una excepción, y sus excesos monetarios desembocaron en el Pánico de 1819.
En una reciente entrevista con 60 Minutes, el presidente de la Fed, Jerome Powell, aseguró que el sistema bancario de EEUU es sólido. Ben Bernanke también afirmó hace casi veinte años que los mercados inmobiliarios no estaban sobreextendidos.
Los bancos centrales han tenido la desfachatez de atribuirse el mérito de frenar la subida de los precios al consumidor. La verdad es que han aprovechado el impulso de la oferta derivado del desvanecimiento de los trastornos pandémicos para perseguir una inflación monetaria continuada.
A medida que el sistema bancario de EEUU se vuelve cada vez más inestable, proliferan los llamamientos a una intervención gubernamental aún mayor en la banca y las finanzas. La gente olvida que fue la intervención gubernamental en primer lugar la que causó estas crisis.
Los Demócratas congresionales intentan intervenir en un mercado complejo y variado del que saben poco, pero por el que los consumidores navegan sin necesidad de ayuda. Esto no acabará bien.
No, Paul Krugman, la economía no es fuerte. La Fed y sus partidarios están en el modo «muévanse, no hay nada que ver» cuando se trata de nuestro atribulado sistema bancario.
Las congresistas Rashida Tlaib y Alexandria Ocasio-Cortez han presentado una legislación para crear bancos propiedad del gobierno, aparentemente para «aumentar la rendición de cuentas.» En realidad, los bancos existirían para financiar causas progresistas.
El dinero es demasiado importante para dejarlo en manos de los banqueros y de los economistas y financieros del establishment. Para lograr esta meta, el dinero debe ser devuelto a la economía de mercado, con todas las funciones monetarias realizadas dentro de la estructura de los derechos de propiedad privada y el mercado.