Tras el desastroso paso de John Bolton por la primera administración Trump, se prometió que la segunda administración Trump estaría libre de neoconservadores. Sin embargo, los neoconservadores han vuelto.
Se ha logrado la estabilidad. La siguiente tarea es convertirla en fortaleza estructural.
La deuda federal aumenta ahora a un ritmo alarmante, pasando de 37 billones de dólares a 38 billones en solo 73 días.
El pesimismo respecto a la IA y los sentimientos neoluditas se han vuelto cada vez más frecuentes en el discurso reciente.
Una de las grandes ironías del resentimiento anticapitalista es que la envidia y el desprecio son el resultado de un malentendido fundamental sobre la diferencia entre libertad y estatismo.
Los banqueros seguirán siendo banqueros, y la IA solo puede aumentar su arrogancia.
El caos en el precio del metal blanco de la semana pasada tiene muchas similitudes con la crisis provocada por los hermanos Hunt en 1980.
La historia sugiere que el abuso de poder es una característica inevitable del Estado moderno benefactor, guerra y regulación.
Si el individuo no puede quedarse con lo que gana, no puede construir, no puede invertir, no puede actuar sin permiso, entonces los ingresos procedentes del turismo no son más que un consumo efímero y una fuente constante de rentas para la clase dominante.
Irónicamente, las presiones normales del mercado harían que la vivienda fuera más asequible, pero el dinero fácil socava esa perspectiva.
