Los gobiernos «sancionan» a sus propios ciudadanos todos los días. Las sanciones a Rusia son sólo una evolución natural.
La magnitud de las sanciones que Washington ha impuesto a Rusia (y a los rusos) no debe distraernos de un hecho crucial. Lo que Washington está haciendo contra Moscú no es raro. Es algo que ocurre todos los días.