Hoover era un intervencionista económico —¡ese era el problema!
Aunque los historiadores han suavizado su opinión sobre Hoover, suelen seguir evitando la conexión obvia entre el intervencionismo y la falta de recuperación económica.
Aunque los historiadores han suavizado su opinión sobre Hoover, suelen seguir evitando la conexión obvia entre el intervencionismo y la falta de recuperación económica.
Los economistas convencionales y otros hablan del índice de precios al consumo como la medida de la inflación. Sin embargo, el IPC no es más que una media ponderada de cifras introducidas en una fórmula arbitraria. Es hora de poner fin de una vez por todas a esta farsa estadística.
Uno de los mitos más perdurables de la historia americana es que Herbert Hoover era un defensor del laissez-faire que «no hizo nada» mientras la economía de los EEUU se hundía en la depresión. ¿Cómo se ganó esta reputación inmerecida?
La profesora de Historia Heather Cox Richardson se ha hecho muy rica utilizando sus escritos para atacar la creación de riqueza en sí misma. Aunque sus columnas son populares, también están llenas de ignorancia económica.
Mientras los americanos celebran las guerras destructivas que ayudaron a dar forma a este país, también recordamos que los mercados libres promueven la paz y la libertad individual.
La película distópica y futurista Elysium retrata un futuro terrible en el que solo los ricos tienen acceso a la atención médica, mientras que los pobres sufren en un planeta superpoblado y contaminado.
El profesor Jesús Huerta de Soto pronuncia su discurso de aceptación del Premio Orden del Mérito de Argentina de este año en Buenos Aires, Argentina.
Este no es el camino hacia la prosperidad. Es la etapa final del ruinoso proyecto colectivista.
Una de las justificaciones que da la Casa Blanca para sus onerosos aranceles es que detendrán la «deslocalización» de puestos de trabajo americano y conducirán a un mayor crecimiento del empleo aquí. Ese escenario no se ha materializado ni se materializará jamás.
Los precios de los servicios veterinarios para mascotas se han disparado en el RU desde 2020, pero la única solución que encuentran los intervencionistas es la política antimonopolio.