Una de estas cosas no es en absoluto como las demás
Aunque la gente pueda hablar del «negocio del gobierno», en realidad no hay forma de comparar ambos conceptos. Los negocios son voluntarios; el gobierno es coercitivo.
Aunque la gente pueda hablar del «negocio del gobierno», en realidad no hay forma de comparar ambos conceptos. Los negocios son voluntarios; el gobierno es coercitivo.
Los propietarios han utilizado herramientas IA para hacerse una idea más clara de las condiciones del mercado y los cambios en el mercado del alquiler. Naturalmente, el gobierno está tratando de poner fin a esta práctica bajo la falsa creencia de que dichas herramientas implican colusión.
La gente (incluida la mayoría de los economistas convencionales) da por sentado que solo la burocracia gubernamental puede ocuparse eficazmente de predecir desastres y alertar a las personas que se encuentran en peligro. Sin embargo, se trata de un ámbito empresarial.
Aunque muchos historiadores afirman que la esclavitud fue la única causa de la Guerra Civil, pasan por alto el papel que desempeñaron los aranceles en la creación de las divisiones económicas y políticas entre el Norte y el Sur antes de que comenzara la guerra.
La mayoría de la gente cree que el nuestro es un sistema sanitario de «libre mercado», pero nada más lejos de la realidad. Un verdadero sistema basado en el mercado, tal y como se explica aquí, sería menos costoso y estaría más orientado a la atención al paciente.
Aunque resulte tentador considerar que el éxito económico de Singapur y Hong Kong es similar, en realidad existen diferencias muy marcadas entre ambos. Hong Kong se ha desarrollado gracias al laissez-faire y al emprendimiento, mientras que Singapur está mucho más orientado hacia el Estado.
Los detractores del libre mercado, como Oren Cass, afirman que los austriacos y otros defensores de la economía libre practican el «fundamentalismo de mercado». Sin embargo, el apoyo al libre mercado no es un acto de fe ciega, sino que se basa en la comprensión de cómo funcionan los mercados.
Una cosa es comprender la economía y otra muy distinta es ser capaz de explicar cómo funciona. Quienes están a favor del libre mercado también deben ser capaces de explicarlo y defenderlo.
Hablamos de la «economía» como si produjera bienes. Sin embargo, el término es en realidad una ficción, ya que los verdaderos productores son las personas con un propósito que trabajan en cooperación entre sí.
Términos arbitrarios e indefinidos como «salario justo» y «salario digno» malinterpretan fundamentalmente la naturaleza del trabajo y cómo se determinan los salarios.