La distracción de la métrica económica del «producto interior bruto»
Una economía ya no se evalúa por lo que produce, sino por lo que gasta.
Una economía ya no se evalúa por lo que produce, sino por lo que gasta.
Mientras que Cantillon utilizó los efectos sobre la vida familiar para ilustrar la teoría monetaria, Degner se detiene en emplear una teoría monetaria sólida para rastrear los efectos sobre la familia.
La ortodoxia keynesiana sostiene que los recortes en el gasto gubernamental reducen la «demanda agregada», y que una menor «demanda agregada» conduce a recesiones. Sin embargo, la experiencia económica nos muestra que se trata de una teoría errónea.
La teoría macroeconómica moderna sostiene que el gasto gubernamental, los impuestos y la creación monetaria son esenciales para el crecimiento económico. Sin embargo, los economistas austriacos señalan que el gobierno frena la economía.
Lejos de ser una verdadera medida de la salud económica, el PIB es una estadística económica engañosa que da a entender que el gasto de los consumidores y del gobierno hace crecer la economía. Cuando el gobierno gasta, el PIB aumenta.
Bob responde a argumentos erróneos sobre los déficits comerciales.
Es obvio que una nueva entrada de dinero no provocará inmediatamente cambios en los precios suficientes para alterar significativamente un índice de precios. Aun así, hay efectos inmediatos del nuevo dinero.
Hace tiempo que sostengo que la economía austriaca debería desarrollarse no como una alternativa a la actual disciplina académica de la economía, sino como su sustituta.
Bob examina los conceptos erróneos y los usos indebidos de la contabilidad del PIB, explicando por qué esta métrica ampliamente aceptada ofrece a menudo una imagen engañosa de la salud económica.
Las tasas de interés, la inflación, los precios de la vivienda y el gasto federal plantean grandes retos a una administración Trump que está mal preparada para hacer frente a los profundos problemas de la economía de los EEUU.