Hipotecas a 50 años: la estafa del siglo
En finanzas, la memoria es corta. El sector hipotecario se conforma con papeles a 50 años, pero el consumidor, no tanto.
En finanzas, la memoria es corta. El sector hipotecario se conforma con papeles a 50 años, pero el consumidor, no tanto.
La cultura moderna de endeudamiento, —respaldada por las políticas expansionistas de la Reserva Federal—, no solo perjudica el desarrollo del capital, sino que también fomenta las preferencias a corto plazo, lo que debilita la estructura de la producción.
La inflación no es solo un fenómeno económico. También socava los cimientos de una civilización, lo que conduce al colapso de la sociedad misma.
El presidente Trump ha propuesto una hipoteca a 50 años para los nuevos compradores de vivienda, aparentemente con el fin de hacer que la vivienda sea más asequible. En realidad, este instrumento financiero encarecerá la vivienda y no hará nada para abordar la raíz del problema.
Si las monedas estables continúan expandiéndose, la arquitectura del control monetario cambiará inevitablemente.
A medida que la economía de los EEUU se deteriora lentamente, la respuesta del gobierno es intervenir e inflar. Esto no acaba bien.
Durante los últimos 30 años, la economía de EEUU ha pasado de una burbuja especulativa a otra. Las recientes quiebras de Tricolor Holdings y First Brands son solo otro ejemplo más de una economía impulsada por la Reserva Federal.
La respuesta del gobierno a la pandemia del COVID fue paralizar la economía. Para compensar el daño, la Reserva Federal desató una inflación masiva en un intento por hacer lo que siempre hace en una crisis: rescatar a los agentes económicos.
A medida que el gasto gubernamental se descontrola, la Reserva Federal sigue inflando la economía, dejándola en un estado permanente de inflación. La mayoría de los americanos se verán cada vez más rezagados.
Irónicamente, las presiones normales del mercado harían que la vivienda fuera más asequible, pero el dinero fácil socava esa perspectiva.