El fraude inherente en la banca de reserva fraccionaria
Aunque la banca de reserva fraccionaria es el modelo más popular de banca, es fraudulenta en su esencia, algo que los austriacos han señalado durante muchos años.
Aunque la banca de reserva fraccionaria es el modelo más popular de banca, es fraudulenta en su esencia, algo que los austriacos han señalado durante muchos años.
En su reciente discurso sobre el Estado de la Unión, el presidente Biden acusó a la empresa privada de lo que él llama «reduflación» y «codiciaflación». Si quiere saber quién es el responsable de este fenómeno, debería mirarse en el espejo.
Uno de los grandes mitos de la historia de EEUU es que Herbert Hoover fue un presidente laissez-faire. En realidad, intervino en la economía más que ninguno de sus predecesores, creando la crisis conocida como la Gran Depresión. Su sucesor empeoró aún más las cosas.
Aunque Vivek Ramaswamy no tuvo éxito en su candidatura a las primarias presidenciales Republicanas, al menos contribuyó a desmitificar la Reserva Federal. No es la retórica política habitual que recibe el público.
Una emisión reciente de la CNN afirmaba que la deflación era mala para la economía y que debíamos adaptarnos a precios más altos. Como de costumbre, los «expertos» periodísticos lo entendieron al revés.
Hace casi dos décadas, el congresista Ron Paul identificó su campaña con el llamamiento a «auditar la Fed». El Congreso le ignoró entonces, pero ahora está creciendo el movimiento para examinar y desmitificar la Fed.
La Reserva Federal afirma ser independiente y políticamente neutral. Pero como sus acciones tienen ramificaciones políticas, es imposible que la Fed sea ni lo uno ni lo otro.
Como la Fed aplica políticas monetarias de montaña rusa, los errores que se acumulan durante el auge inducido por la Fed se convierten en un auténtico «circo de errores».
Paul Krugman afirma que el verdadero factor determinante de la inflación es la tasa de desempleo, no el aumento de la oferta de dinero. Como de costumbre, se equivoca.
La burbuja inmobiliaria lanzada por la Fed no sólo causó estragos en los mercados residenciales, sino que también ha distorsionado el mercado inmobiliario comercial. Y la situación está empeorando.