¿Cómo el gobierno de EEUU se hizo tan grande?
El behemoth conocido como gobierno de EEUU no hizo metástasis por accidente. El proceso comenzó en cuanto se ratificó la Constitución.
El behemoth conocido como gobierno de EEUU no hizo metástasis por accidente. El proceso comenzó en cuanto se ratificó la Constitución.
Los progresistas creen que la intervención del gobierno en la economía es necesaria para promover tanto la eficiencia como la equidad. En realidad, la intervención no logra ni lo uno ni lo otro.
La opinión generalizada de las élites políticas de EEUU es que si no se ayuda a Ucrania, Rusia destruirá lo que queda del país. Sin embargo, el resultado probable sería una paz negociada.
Mientras los que impusieron los encierros y restricciones covid al público piden «perdón», Rand Paul pide la verdad. Phil Duffy analiza el libro de Paul que documenta las mentiras y encubrimientos de las élites gobernantes.
En El Mago de Oz, Dorothy y sus amigos tenían que preocuparse de animales salvajes y brujas malvadas. Hoy, los americanos se enfrentan a un enemigo mucho más formidable: su propio gobierno derrochador.
Entre el cansancio de la guerra y la incapacidad del gobierno de EEUU para pagar las facturas de la guerra, la realidad va a salir a la luz aunque a Washington no le guste.
El programa de préstamo estudiantil se está sumiendo en el caos y la administración Biden no sabe qué hacer. Además, el valor de la educación universitaria sigue bajando mientras aumentan los costes universitarios.
América está vaciando su economía por la deuda federal de forma similar a como las granjas y ciudades americanas están vaciando los acuíferos de la nación. No podemos sostener estas pérdidas mucho más tiempo.
Mientras que China logró un fuerte crecimiento económico en los años posteriores a Mao permitiendo que funcionaran los mercados libres, los dirigentes comunistas quieren devolver la economía a sus viejos métodos socialistas. Sin embargo, aunque el gobierno puede dar cifras de crecimiento falsas, no puede revertir los fracasos socialistas.
Las élites políticas, que suelen beneficiarse de la asistencia privada, siempre pregonan los sistemas médicos gubernamentales. Ya es hora de que todos los demás tengan acceso al mismo sistema.