Whose Property Is It?
Legal philosopher Jeremy Waldron in his book The Rule of Law and the Measure of Property challenges the Lockean view of legitimate property ownership. David Gordon sheds light on Waldron's confusing positions.
Legal philosopher Jeremy Waldron in his book The Rule of Law and the Measure of Property challenges the Lockean view of legitimate property ownership. David Gordon sheds light on Waldron's confusing positions.
David Gordon takes another look at Thomas Nagel's Equality and Partiality. While he finds some of Nagel's arguments appealing, they still are inferior to Murray Rothbard's systematic interpretation of natural rights.
El teórico político Anthony de Jasay se enfrenta a las ideas de la izquierda sobre la igualdad, y David Gordon está allí para estar de acuerdo —y en desacuerdo. Jasay compara la visión de la izquierda sobre la igualdad con el truco de la cuerda india.
Aunque es tentador pensar que el poder del Estado se mantiene por la pura fuerza, sigue necesitando una justificación «teológica», ya sea secular o religiosa. El Estado americano no es una excepción.
Casi 90 años después, Nuestro enemigo, el Estado, de Albert Jay Nock, sigue siendo una obra clásica y definitiva sobre el examen del Estado como lo que es: un monstruo que aplasta la libertad. David Gordon vuelve a analizar esta importante obra.
David Gordon echa otro vistazo a Igualdad y parcialidad de Thomas Nagel . Aunque encuentra atractivos algunos de los argumentos de Nagel, siguen siendo inferiores a la interpretación sistemática de los derechos naturales de Murray Rothbard.
Cuando los grandes se equivocan, suelen equivocarse mucho. Tal fue el caso de Albert Einstein, que dominaba la física cuántica pero cuya visión de la economía era, bueno, poco científica.
El filósofo del Derecho Jeremy Waldron cuestiona en su libro The Rule of Law and the Measure of Property la visión lockeana de la propiedad legítima. David Gordon arroja luz sobre las confusas posturas de Waldron.
Frederic Bastiat fue un conocido y elocuente defensor de la libertad y la economía de libre mercado. También era un católico devoto que buscaba vincular su fe a sus creencias económicas y políticas.
El nombre de Einstein es sinónimo de brillantez, pero su gran inteligencia no se tradujo en un pensamiento económico lógico. En su lugar, Einstein abrazó el socialismo, pensando que se podía guiar una economía como se guía una ecuación matemática.