La visión conservadora sureña de la igualdad
M.E. Bradford, que se autodenominaba conservador sureño, comprendió lo que los igualitarios de izquierda no entendían: la libertad no puede coexistir con el igualitarismo.
M.E. Bradford, que se autodenominaba conservador sureño, comprendió lo que los igualitarios de izquierda no entendían: la libertad no puede coexistir con el igualitarismo.
Cuando la mayoría de la gente habla de los fundadores de los Estados Unidos, rara vez se piensa en Thomas Paine. Sin embargo, pocos hombres fueron más influyentes a la hora de impulsar a los colonos americanos hacia la independencia.
Antes de la Revolución americana, existían los Niveladores, que lucharon por la libertad durante la Guerra Civil Inglesa. Aunque su influencia sobre los colonos americanos fue indirecta, muchas de sus ideas reflejaron lo que sucedió tras la independencia americana.
Aunque Hayek no escribió directamente sobre la Guerra Civil americana, algunos de sus escritos ofrecen información sobre el conflicto.
América celebró recientemente el Día de la Independencia, pero los americanos se apresuraron a abandonar sus libertades individuales y su soberanía individual para someterse al Estado.
¿Qué entendemos por «derechos de los estados»? La estudiosa del Mises, Wanjiru Njoya, nos guía a través del debate para mostrarnos cómo diferentes personas han intentado definir y explicar ese término.
¿Por qué el Norte y el Sur entraron en guerra en 1861? La versión oficial es que la esclavitud provocó la guerra, mientras que las personas más reflexivas se dan cuenta de que las causas son mucho más complejas que la simple narrativa de «existía la esclavitud».
Quizá ninguna publicación contribuyó más al impulso independentista de las colonias contra Gran Bretaña que el panfleto Sentido común de Thomas Paine. Pero ¿y si hubiera intentado que el Congreso Continental lo publicara? Este podría haber sido el debate.
A lo largo de la historia, la descentralización y la secesión han contribuido a allanar el camino hacia una mayor libertad individual. Naturalmente, las élites políticas quieren centralizarlo todo, lo que desencadena la eterna batalla entre centralizadores y descentralizadores.
Los historiadores modernos dependen en gran medida de narrativas generales, y su visión de la Guerra de Secesión de los EEUU no es una excepción. Sin embargo, el uso del individualismo metodológico permite evitar juicios generales.