El pasado mes de junio, Nicole Harper, residente en Arkansas, conducía cerca de Jacksonville (Arkansas) cuando el agente de la Policía Estatal de Arkansas Rodney Dunn se puso detrás de ella y le hizo una señal para que se detuviera.
Nicole Harper hizo entonces exactamente lo que la Guía de estudio del permiso de conducir de Arkansas indica a los conductores: redujo la velocidad, encendió las luces de emergencia y buscó un lugar seguro para detenerse. Como el arcén de la autopista era muy estrecho en ese lugar, Harper comenzó a conducir hacia una rampa de salida.
Pero aunque hizo lo que se suponía que tenía que hacer para «cumplir», no lo hizo lo suficientemente rápido para el policía Dunn. A los dos minutos de encender las luces, Dunn utilizó la llamada «PIT» (Técnica de Inmovilización de Precisión) para hacer que el coche de Harper diera vueltas de campana y volcara.
Dunn embistió con su parachoques delantero el borde trasero izquierdo del coche de Harper. Harper, que estaba embarazada en ese momento, atravesó tres carriles de tráfico y volcó.
Dunn se acercó entonces al coche de Harper y le informó de que tenía lo que se merecía afirmando que, como no se detuvo lo suficientemente rápido, «aquí es donde has acabado».
Harper demanda ahora a Dunn y a otros miembros de la Policía Estatal de Arkansas por haber utilizado «negligentemente» una maniobra PIT que puso en peligro la vida de Harper y la de su hijo no nacido.
Naturalmente, en lugar de admitir que el agente actuó precipitadamente en respuesta a lo que era una respuesta «de manual» y recomendada a una parada policial de tráfico, el estado de Arkansas utilizará ahora los fondos de los contribuyentes para luchar contra la demanda en los tribunales.
La policía estatal afirma que Harper decidió «huir» y que era un peligro para otros conductores. Por supuesto, muchas personas racionales que ven la grabación de la cámara del salpicadero de las acciones de Dunn podrían llegar fácilmente a la conclusión de que al volcar el coche de Harper, era Dunn quien ponía en peligro al público.
El abogado de Harper señala correctamente que Dunn optó por utilizar la fuerza mortal contra una mujer embarazada que estaba en el proceso de reducir la velocidad y buscar un lugar seguro para detenerse. Además, es poco probable que Dunn supiera quién estaba en el coche y si había o no niños pequeños dentro.
Desgraciadamente, éste es sólo el último caso en el que la policía emplea la fuerza letal contra ciudadanos en el proceso de cumplimiento de las órdenes policiales. Por ejemplo, en el caso de Philandro Castile —que hizo exactamente lo que se suponía que tenía que hacer como conductor con porte oculto— fue asesinado a tiros mientras cumplía las órdenes de la policía. Y también está el caso de Atatania Jefferson, que fue asesinada a tiros en el salón de su casa sin ni siquiera tener la oportunidad de cumplirlas. También se podría considerar el caso de Phillip White, un hombre ciego de 77 años y 140 libras cuya cara fue golpeada contra una taquilla por la policía porque no estaba cumpliendo lo suficientemente rápido con las órdenes de la policía. White ya estaba esposado en ese momento.
En el caso de Arkansas, es poco probable que la demanda de Harper tenga algún efecto personal sobre Dunn, quien, de acuerdo con la ley de Arkansas, goza de inmunidad de cualquier responsabilidad personal por sus acciones. Dunn, que ha recibido un salario del gobierno financiado por los contribuyentes durante más de 30 años, goza de inmunidad de cualquier responsabilidad personal en prácticamente todos los casos.