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Para un defensor del republicanismo civil, usted podría ser reclutado en el ejército, o pagar impuestos muy altos, y eso está bien porque participó en un proceso (democracia) en el que ayudó a elegir a sus propios gobernantes. Esta visión de la libertad tiene algunos problemas.

A pesar de su supuestamente tensa relación con el régimen saudí, la administración Obama, por ejemplo, todavía logró ofrecer a la realeza de ese reino un récord de 136.000 millones de dólares en armas estadounidenses entre 2009 y 2017.

Por lo tanto, los acuerdos comerciales se han convertido en muestras obsoletas de negociación en disputas geopolíticas de mayor envergadura, herramientas proteccionistas para gestionar e interferir con los flujos comerciales mundiales.

Si los consumidores en 1938 hubieran estado desinteresados en una caricatura de larga duración, Blancanieves habría llevado a la bancarrota el estudio de Disney. En cambio, Walt Disney fue ricamente recompensado por sus riesgos.

La verdadera lección de Japón es que los planificadores centrales prefieren nacionalizar gradualmente la economía antes que considerar una reducción moderada en el tamaño y control del gobierno.

Mientras insistamos en que el gobierno federal puede imponer una ley, una cultura y un tipo de política en todos los Estados Unidos, los Estados Unidos se dirigen por el camino de la guerra civil. Sólo la descentralización y la separación pueden apaciguar parcialmente la situación.

Este inmenso sistema cooperativo se conoce como economía de libre mercado. No fue planeado conscientemente por nadie. Evolucionó.

China no está en camino de alcanzar al rico Occidente. El compromiso del Estado chino con las políticas mercantilistas altamente intervencionistas está llevando a la deuda, la mala inversión y el estancamiento.

La salvación política y económica de Venezuela sólo puede venir del propio pueblo venezolano. No se les puede «forzar a ser libres».

Lejos de ser los salvadores de la sociedad, la nueva generación de conservadores antimercado no es más que la iteración más reciente de la larga lista de apologistas antisociales para la dominación del Estado.