Lo que se ve —y lo que NO se ve: la sabiduría a menudo ignorada de Bastiat
Bastiat recordaba a sus lectores que el análisis económico no sólo implica lo que vemos en la superficie, sino también los costes que quedan ocultos a la vista.
Bastiat recordaba a sus lectores que el análisis económico no sólo implica lo que vemos en la superficie, sino también los costes que quedan ocultos a la vista.
Nicolás Maquiavelo, a menudo criticado por sus opiniones sobre el uso del poder político, comprendía los peligros del gasto público descontrolado. Quizá nuestros propios líderes políticos deberían leer «El príncipe».
Algunos defensores del libre mercado están impulsando la dolarización en Argentina. Pero las devastadoras sanciones de los EEUU contra Panamá en 1989 nos muestran cómo la dolarización ayuda a los EEUU a ejercer un mayor poder hegemónico sobre las economías extranjeras.
Gran parte de la teoría económica neoclásica moderna depende de supuestos que no reflejan las condiciones del mundo real. Los economistas austriacos, sin embargo, saben que los supuestos realistas importan.
Lee el New York Times (o incluso el National Review) y te enterarás de que el enfrentamiento presupuestario es entre los «adultos» del Congreso y los chiflados de derecha de la Cámara de Representantes. Pero no es así.
Miembros del Parlamento canadiense aplaudieron recientemente a un miembro ucraniano de las Waffen-SS nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Al parecer, ahora está bien ser nazi siempre que se luche contra los rusos.
Desde los diversos compromisos impulsados por los «libertarios Beltway» hasta la retórica contraria al libre mercado del conservador Sohrab Ahmari, la intervención gubernamental tiene un montón de nuevos amigos. Esto no acabará bien.
En otra cruzada, las autoridades de los EEUU han sancionado las importaciones chinas de algodón. Las sanciones no cambiarán la política china, pero crearán dificultades para muchos.
Olvídate de las apuestas deportivas de Las Vegas por especulación temeraria. Cuando los funcionarios de la Fed hacen pronósticos, los mercados dan por sentado que son exactas. Sin embargo, como admite el propio Jerome Powell, los pronósticos son, en el mejor de los casos, especulativos.
Uno de los dogmas de la economía dominante es que sólo el gobierno puede proporcionar el número «óptimo» de bienes no rivales, o públicos. Los economistas austriacos nunca han aceptado esta teoría.