Dieciséis economistas galardonados con el premio Nobel declaran que Bidenomics es un gran éxito y predicen un desastre económico si Trump es elegido. Es una prueba más del patético y politizado estado de la «corriente principal» de la economía académica.
Stephanie Kelton, la promotora más visible de la TMM, está faltando a sus obligaciones académicas al no responder a la crítica de Per Bylund a sus teorías en el Quarterly Journal of Austrian Economics.
En contra de la tesis de Milton Friedman de que la disminución de la oferta monetaria causó la Gran Depresión, la verdadera razón fue el colapso de los ahorros reales, que se debió a las políticas monetarias laxas de la Reserva Federal.
Mientras la economía inflacionista del presidente Biden sigue tambaleándose, el presidente propone ilegalizar las comisiones bancarias por descubierto, aparentemente para ayudar a los americanos con rentas más bajas.
Los ambientalistas insisten en prohibir los combustibles fósiles y los gases refrigerantes para acabar con las olas de calor. Eso significa que la gente se enfrentará a futuras olas de calor (que siempre estarán con nosotros) sin aire acondicionado.
Nadie ha sido reclutado todavía, pero las llamadas al «servicio nacional» están en el aire. Este es un momento excelente, por tanto, para repasar qué hay de malo en reclutar a gente para las fuerzas armadas.
Los EEUU e Irán son enemigos mortales desde 1979. Está claro que el enfoque beligerante para tratar con Irán ha fracasado. Necesitamos emprender políticas que promuevan la paz, no la guerra.
La expansión de los «derechos civiles» hace hincapié en los «derechos positivos» que se aplican a grupos específicos con privilegios políticos. Esto dista mucho del concepto de derechos que ayudó a construir una sociedad libre en los Estados Unidos.
Lysander Spooner fue uno de los libertarios más importantes de este país. Su visión de la economía, aunque errónea, es en principio librecambista y contiene algunas ideas que los austriacos pueden apreciar.
El escándalo de la sangre contaminada en el Reino Unido debería ser una advertencia para la gente sobre los peligros del Servicio Nacional de Salud. En lugar de ello, escuchamos interminables promesas de reforma que nunca se llevarán a cabo.
