La semana pasada, la deuda federal total de los EEUU superó los 38 billones de dólares. La deuda federal aumenta ahora a un ritmo alarmante, pasando de 37 a 38 billones de dólares en solo 73 días. La deuda tardó nueve meses en pasar de 36 a 37 billones de dólares.
Desde que comenzaron los confinamientos por la COVID-19 en 2020, —hace menos de seis años—, la deuda nacional ha aumentado en 14 billones de dólares, es decir, un 62 %. Solo a mediados de 2020, bajo la administración Trump, la deuda aumentó en tres billones entre marzo y julio de 2020.
Desde que Donald Trump juró su cargo para su segundo mandato, la deuda nacional ha aumentado en 1,78 billones de dólares. Se trata de uno de los mayores aumentos de la deuda que hemos visto durante este periodo (enero de 2021-octubre de 2021). Durante el mismo período del año anterior, —bajo la administración Biden—, la deuda aumentó en 1,70 billones de dólares. Por supuesto, 2020 sigue siendo un año sin parangón en cuanto a la enorme cantidad de deuda añadida cuando la Casa Blanca de Trump impulsó la inflación de la oferta monetaria en billones de dólares para «estimular» la economía durante los confinamientos por el COVID y el aumento del desempleo.
Los verdaderos costos de la política basada en la deuda del régimen de EEUU siguen aumentando. Durante el año fiscal 2025, por ejemplo, los EEUU gastó casi una cuarta parte de todos los ingresos fiscales solo en pagar los intereses de la deuda. En otras palabras, los contribuyentes actuales ven cómo una cuarta parte de sus impuestos se destina a pagar décadas de déficit gubernamental por guerras perdidas, programas de bienestar social en constante crecimiento y rescates para la clase bancaria.
El aumento de los pagos de la deuda para el año fiscal 2025 continúa una tendencia acelerada en los costos de los intereses. Con una factura de intereses para el año fiscal 2025 que ahora supera los 1,22 billones de dólares, se ha producido un aumento del 7,3 % en comparación con el año fiscal anterior.
Si observamos los años naturales hasta 2024, vemos que los intereses pagados por la deuda se han disparado hasta alcanzar nuevos máximos y ahora son una de las mayores partidas del gasto federal. 2024 fue el último año natural en el que el gasto en intereses fue inferior a un billón de dólares. Los pagos de intereses de 2025 superarán fácilmente el billón de dólares, lo que significa que los EEUU gasta ahora más en intereses que en el ejército, y que los pagos de intereses solo son superados por los programas de bienestar social en rápido crecimiento, como la Seguridad Social y las prestaciones sanitarias del gobierno. A medida que las tasas de interés sigan subiendo, esto se convertirá en una carga aún mayor para los contribuyentes.
