En una economía de mercado libre y sin trabas, es probable que las expectativas de los individuos se correspondan con los hechos de la realidad. Pero vivimos en una economía en la que los bancos centrales distorsionan sistemáticamente las señales del mercado y engañan al público.
Un responsable de salud de la Universidad de Indiana se lamenta de que incentivos como el acceso a eventos, donas, papas fritas e incluso dinero en metálico ya no mueven a muchos americanos a alinearse con la vacunación.
Cuando el gobierno paga a la gente para que no trabaje, eso significa menos gente produciendo menos bienes. Y eso significa una sociedad más pobre. Más gasto público no cambiará este hecho.
Los orígenes del anticapitalismo no se encuentran en los trabajadores. Más bien procede de los aristócratas y de los intelectuales de la clase media que albergaban el resentimiento y el miedo a las clases empresariales e industriales en ascenso.
El riesgo de expropiación gubernamental de la propiedad privada seguía siendo bajo, y Botsuana rechazó la política reformista antiblanca que destruyó el capital en muchos otros países de la región. El resultado ha sido el éxito económico.
El BCE quiere más inflación de precios, por lo que ha desvelado un nuevo plan para utilizar nuevas y radicales herramientas monetarias. Todo es muy similar al «viejo» plan. Excepto que el nuevo plan es aún peor.
Nueva York fue el hueso más duro de roer para los Federalistas. Los Federalistas acabaron consiguiendo su nueva constitución, pero fue en gran parte gracias a los Antifederalistas de Nueva York que se frustraron los peores planes de los federalistas.
En la América de 1819, nadie culpó a los efectos por el pánico de 1819, sino que acertadamente culparon a la causa. Culparon al «amistoso banco central».
The Mises Institute is a non-profit organization that exists to promote teaching and research in the Austrian School of economics, individual freedom, honest history, and international peace, in the tradition of Ludwig von Mises and Murray N. Rothbard.
Non-political, non-partisan, and non-PC, we advocate a radical shift in the intellectual climate, away from statism and toward a private property order. We believe that our foundational ideas are of permanent value, and oppose all efforts at compromise, sellout, and amalgamation of these ideas with fashionable political, cultural, and social doctrines inimical to their spirit.