Los siete pecados capitales de la economía
¿Qué factores socavan y, en última instancia, destruyen una economía y nuestro nivel de vida? El Dr. Mark Thornton presenta siete razones por las que nuestra economía se está deteriorando.
¿Qué factores socavan y, en última instancia, destruyen una economía y nuestro nivel de vida? El Dr. Mark Thornton presenta siete razones por las que nuestra economía se está deteriorando.
Aunque los políticos de EEUU están presentando medidas políticas para hacer la vida más asequible, ninguno de ellos propone lo que realmente pondría fin a esta crisis: los mercados libres.
Los políticos ahora están haciendo campaña con el tema de la «asequibilidad», pero su idea de hacer que las cosas en la vida sean más «asequibles» consiste en numerosas intervenciones en los mercados libres que, en última instancia, encarecen las cosas.
Mientras la economía de los EEUU implosiona lentamente, el gobierno responsable de dicha implosión no ha terminado con su destrucción económica. La Reserva Federal sigue siendo el motor de la inflación, mientras que los aranceles y otras intervenciones contribuyen a completar la tarea.
El transporte público en los EEUU va de mal en peor. Los sistemas se están deteriorando y los usuarios que respetan las leyes se enfrentan a peligros como agresiones, robos y asesinatos. ¿La «solución» actual? Gastar aún más dinero en estos sistemas.
Una revisión no exhaustiva del gasto gubernamental durante el último cuarto de siglo.
Muchos de los mismos legisladores demócratas que ahora condenan el tiroteo contra los sobrevivientes del supuesto ataque a un barco narcotraficante no tuvieron ningún problema cuando los presidentes que les gustaban dieron luz verde a ataques aún peores.
El impuesto sobre las viviendas vacías es un gravamen que se aplica a los propietarios que dejan desocupadas sus propiedades residenciales o comerciales durante un periodo de tiempo determinado. Como es habitual, se trata de una violación estatista de los derechos de propiedad.
El entusiasmo de los primeros días de DOGE se ha disipado en gran medida, porque los republicanos siguen aceptando por completo el paradigma falaz de sus oponentes progresistas sobre cómo todos estos programas gubernamentales están proporcionando servicios necesarios al americano.
Pensar con claridad sobre el Estado nos obliga a pensar de forma diferente a lo que se suele creer. El Estado no es un «mal necesario», sino que es simplemente malo.