El 13 de julio de 2025, el Prof. Dr. Rolf W. Puster, el Prof. Dr. Jörg Guido Hülsmann y el Prof. Dr. Hans-Hermann Hoppe declararon su dimisión del Consejo Asesor Científico del Instituto Ludwig von Mises Alemania. Sólo dos de los cinco miembros originales permanecen en dicho Consejo.
A continuación, Puster, Hülsmann y Hoppe explican las razones de su dimisión.
A principios de julio, la junta directiva del Instituto Ludwig von Mises Alemania (en adelante, MIG) anunció en la página web del Instituto que en octubre de este año se crearía un «Premio Conmemorativo en honor de Ludwig von Mises», que se otorgaría al presidente argentino Javier Milei. Ni la creación del premio (que, por cierto, es el único que ha concedido el MIG) ni la selección del galardonado se discutieron previamente con el Consejo Científico Asesor del Instituto. Esto no sólo es de mal estilo, sino que además da al público la impresión de que estas decisiones cuentan con el respaldo del Consejo. Y no es así.
Javier Milei ha demostrado que es posible obtener mayorías electorales para políticas libertarias radicales en países económicamente avanzados. Se trata, sin duda, de un logro significativo. Tras su elección, emprendió inmediatamente el desmantelamiento del Estado y, en muchos aspectos, ha llevado a cabo esta política con mayor determinación, amplitud y éxito que cualquiera de sus predecesores argentinos.
Sin embargo, consideramos injustificada la concesión de este premio. En nuestra opinión, un «Premio conmemorativo en honor de Ludwig von Mises» podría concederse a científicos o políticos que hayan prestado servicios destacados al desarrollo, difusión o aplicación de las ideas de Mises. Es evidente que Javier Milei no es un científico, sino un político. Es cierto que ha dado a conocer a un público más amplio los nombres de Ludwig von Mises, Murray Rothbard y otros pensadores de la Escuela Austriaca. Pero su conocimiento de sus ideas y teorías es superficial y defectuoso, por lo que su elogio tiene doble filo. En cualquier caso, sólo podemos aconsejar al público que no considere autorizadas las afirmaciones de Milei sobre filosofía económica.
Así pues, Javier Milei podría ser homenajeado por sus actividades políticas. Sin embargo, en este caso, su trabajo debe medirse en términos de logros prácticos a largo plazo. No basta con que persiga objetivos liberales con sus políticas. Más bien, los medios políticos deben ser objetivamente adecuados para alcanzar realmente esos objetivos. Esto debería ser evidente, pero a menudo no se tiene en cuenta en política, como señaló Ludwig von Mises en repetidas ocasiones. La política de Milei es un buen ejemplo.
Por un lado, Milei está al principio de su carrera política. El éxito futuro de sus políticas hasta la fecha es muy cuestionable, y aún puede tomar muchos giros equivocados en el transcurso de su mandato. Nadie sabe cuán orientadas hacia la libertad resultarán ser en última instancia. La evaluación de sus acciones debe ser diferenciada y abierta. Esto simplemente no puede hacerse después de veinte meses en el cargo.
Por otra parte, los éxitos que sus políticas hayan podido tener hasta ahora se han logrado en gran medida a través de los medios habituales de financiación gubernamental inflacionista, es decir, inflando la masa monetaria y la deuda pública. Queda por ver si esta estrategia tendrá éxito con Milei, dado que ha fracasado repetidamente y por buenas razones en Argentina y otros países en el pasado.
Además, todos los logros de su trayectoria política hasta la fecha se ven ya contrarrestados por importantes lastres: la centralización política del país, la expansión del Estado policial, la no aplicación de la anunciada supresión del Banco Central (uno de los puntos más populares de su programa electoral), el regateo con las élites políticas tradicionales del país, que también dominan su gabinete, y una política exterior que no está orientada hacia la paz internacional y que, por tanto, no es una política libertaria.
Hoy, Javier Milei no sólo defiende políticas económicas radicales financiadas por la inflación y de resultado incierto. También representa la solidaridad acrítica y francamente entusiasta con los actuales gobiernos de los Estados Unidos e Israel.
En nuestra opinión, la concesión a Javier Milei del «Premio en honor de Ludwig von Mises» puede causar un daño duradero e irreparable al Instituto Ludwig von Mises de Alemania, así como a la Escuela Austriaca en su conjunto.
No podemos asumir ni asumiremos responsabilidad alguna por ello. Por lo tanto, declaramos nuestra dimisión del Consejo Científico Asesor del Instituto Ludwig von Mises Alemania.
13 de julio de 2025
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