Power & Market

La inflación de precios no es un «fenómeno global»

El Instituto de Política Económica (EPI) ha promovido el mito de que la reciente inflación de precios es un «fenómeno global» y no está causada por políticas económicas internas. Un estudio del EPI afirma que «la alta inflación [de precios] en los EEUU no ha sido impulsada por ninguna política americana única,—ni por el Plan de Rescate Americano ni por otros generosos alivios fiscales durante la recesión y la recuperación de la pandemia ni por ninguna otra cosa centrada en los EEUU». No se sigue lógicamente que algo que observamos en la mayoría o en todos los países no pueda deberse a las políticas internas de cada uno de esos países. Es muy posible que los países emulen las políticas internas de los demás y que cada uno experimente resultados muy similares.1

El EPI y sus aliados se centran en la «política fiscal generosa» como una falsa causa de la inflación de precios para desviar la atención de la verdadera fuente de la inflación de precios: la política monetaria. ¿Cómo se relaciona la oferta monetaria de cada nación con la tasa de inflación de precios en cada nación?

El primer gráfico a continuación muestra el crecimiento de la oferta monetaria M3 (la medida amplia del dinero total en una economía) para los EEUU, Japón, Rusia y las 19 naciones de la eurozona.2 El segundo gráfico muestra las tasas mensuales de inflación de precios para estas naciones (los datos del IPC de Rusia y Japón se cortan a principios de 2022). El tercer gráfico a continuación muestra los datos del IPC anual para estas naciones. ¿Qué nos dicen estos datos?

Rusia (líneas azules continuas) tuvo la tasa más rápida de crecimiento de la oferta monetaria justo antes de la pandemia, y las tasas de inflación de precios más altas antes de la pandemia. Japón (líneas azules discontinuas) tuvo la tasa más lenta de crecimiento de la oferta monetaria justo antes de la pandemia, y la tasa de inflación de precios más baja antes de la pandemia. EEUU, el RU y las naciones de la eurozona (líneas de puntos violetas para la eurozona) tuvieron un crecimiento de la oferta monetaria M3 antes de la pandemia entre Rusia y Japón, y tasas de inflación del IPC antes de la pandemia entre Rusia y Japón.

Todas estas naciones respondieron a la pandemia aumentando su oferta monetaria M3. La política monetaria pandémica de Japón fue la menos agresiva y comenzó más tarde, por lo que sufrieron la menor devaluación de su moneda. Los bancos centrales de los EEUU y Rusia fueron los más agresivos, por lo que nosotros y los rusos sufrimos mayores devaluaciones de nuestras monedas.3 El Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra implementaron políticas que fueron más agresivas que las del Banco de Japón y menos agresivas que las políticas de nuestra Reserva Federal central durante la pandemia. Por lo tanto, la eurozona y el RU tuvieron tasas de inflación de precios pandémicas que fueron más altas que en Japón, pero más bajas que en los EEUU y Rusia.

El EPI descartó correctamente la posibilidad de que un «generoso estímulo fiscal» causara inflación de precios. Los déficits fiscales redirigen el flujo de nuestro dinero del sector privado al sector público, lo que altera la composición del gasto total, no el gasto total. Las políticas monetarias llevadas a cabo por los bancos centrales durante la pandemia en cada nación aumentaron las cantidades totales de dinero en circulación en cada nación.

La reciente ola de inflación de precios en todo el mundo no se debió a la interrupción de la cadena de suministro por la pandemia ni a  la codicia corporativa. Las naciones de todo el mundo respondieron a la pandemia de COVID-19 cambiando de tasas más lentas de crecimiento de la oferta monetaria a tasas más rápidas de crecimiento de la oferta monetaria. Con más dinero persiguiendo una oferta limitada de bienes, las tasas de inflación de precios más altas eran inevitables. La responsabilidad directa de la inflación de precios recae en los banqueros centrales, que controlan el crecimiento de la oferta monetaria. Como dijo Milton Friedman,  «la inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario». La responsabilidad final de la reciente ola de inflación de precios recae en todas las personas que continúan defendiendo o popularizando el mito de que los bancos centrales pueden gestionar nuestras economías de manera responsable.

Originally published at “On the Other Hand...”

  • 1

    El argumento de los autores de este estudio del EPI es similar a la «falacia de la división»: suponer que lo que es cierto para el todo debe ser cierto para las partes. Para ser precisos, es una falacia suponer que los resultados compartidos por todos o la mayoría de los individuos (ya sean personas individuales o naciones) deben ser el resultado de una causa común a nivel colectivo-agregado. Podríamos decir que se trata de una falacia de causa colectiva.

  • 2

    Los datos sobre otros países BRIC (Brasil, India, China) no están actualizados.

  • 3

    Una cosa a tener en cuenta: Los EEUU tuvo un crecimiento más rápido de la oferta monetaria pandémica que Rusia, pero Rusia tuvo tasas de inflación pandémica más altas que Estados Unidos. ¿Por qué el principal inflador de dinero fue el segundo en inflar los precios? Parte de la explicación aquí es que la recesión de 2022 fue mucho peor en Rusia que en los EEUU: la inflación del IPC se disparó en Rusia en 2022 porque su mayor oferta monetaria persiguió menos bienes. El resto de la explicación probablemente resida en las tasas de velocidad del dinero. Las tasas de inflación en Rusia fueron lo suficientemente altas durante el tiempo suficiente como para incitar a los rusos a gastar dinero más rápido, lo que elevó su tasa de inflación aún más (no encontré datos sobre la velocidad rusa).

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