Cómo el papel moneda convierte a los gobiernos en depredadores
El papel moneda transforma a los gobiernos de parásitos en depredadores. Una vez que un gobierno puede imprimir lo que quiera, ya no necesita impuestos.
El papel moneda transforma a los gobiernos de parásitos en depredadores. Una vez que un gobierno puede imprimir lo que quiera, ya no necesita impuestos.
Las famosas hiperinflaciones, como la que asoló Alemania en 1923, no empezaron como una avalancha. Por el contrario, comenzaron como pequeños brotes de inflación iniciados por gobiernos que imprimieron dinero para pagar el gasto deficitario.
A los gobiernos les gusta acusar a las firmas privadas de «avaricia» cuando los precios suben en periodos de inflación. Sin embargo, no dicen al público que los servicios públicos también sufren subidas de precios.
La crisis de la asequibilidad está sobre nosotros. Vivienda, comida, lo que sea, la vida es cara. El gobierno culpa a los negocios, pero quizá los funcionarios deberían mirarse en el espejo.
Con la destitución del presidente Kevin McCarthy, la Cámara es un caos, símbolo del caos mayor que ha envuelto a Washington. En lugar de mirar hacia dentro, las élites políticas se volverán aún más violentas hacia fuera.
Rothbard advirtió contra la suposición de que, como las democracias son «mejores» que las dictaduras, son necesariamente más amantes de la paz.
Mientras políticos como Bernie Sanders y AOC pregonan el modelo de beneficencia escandinavo para los EEUU, hay que entender algunas cosas sobre estos países y las economías que sostienen sus programas de beneficencia.
Bastiat recordaba a sus lectores que el análisis económico no sólo implica lo que vemos en la superficie, sino también los costes que quedan ocultos a la vista.
Nicolás Maquiavelo, a menudo criticado por sus opiniones sobre el uso del poder político, comprendía los peligros del gasto público descontrolado. Quizá nuestros propios líderes políticos deberían leer «El príncipe».
Algunos defensores del libre mercado están impulsando la dolarización en Argentina. Pero las devastadoras sanciones de los EEUU contra Panamá en 1989 nos muestran cómo la dolarización ayuda a los EEUU a ejercer un mayor poder hegemónico sobre las economías extranjeras.