La falacia de la «igualdad de oportunidades»
Una queja común es que la Ley de Derechos Civiles de 1964 empezó en la «dirección correcta», valorando la llamada igualdad de oportunidades, pero luego se descarriló con la «igualdad de resultados». En realidad, esta ley no puede conciliarse con una sociedad libertaria.