¿A dónde irá todo el dinero?
La Reserva Federal parece haberse comprometido finalmente, pero aún no ha comenzado, con su «ciclo de reducción de tasas» de tasas de interés
La Reserva Federal parece haberse comprometido finalmente, pero aún no ha comenzado, con su «ciclo de reducción de tasas» de tasas de interés
En contra de los mitos sobre la «independencia de la Fed», la Reserva Federal y el Departamento del Tesoro colaboran estrechamente para mantener la inflación monetaria sin parar.
El reciente plan de «vivienda» de la campaña de Kamala Harris está siendo promocionado en los medios de comunicación como una «solución» para los problemas de vivienda de esta nación. Sin embargo, el plan, si se aplica, será como intentar apagar un fuego echándole gasolina.
Puede que no haya sido creado en el laboratorio de un científico loco, pero el euro sigue siendo una moneda fabricada, improvisada a partir de una serie de unidades monetarias nacionales. De hecho, es la moneda Frankenstein perfecta.
Hace años, la publicación izquierdista The Intercept afirmaba que la inflación sólo perjudica al «uno por ciento», pero es «buena» para todos los demás. La verdad es distinta, ya que las políticas inflacionistas de la Fed han beneficiado a la clase de los amiguetes con conexiones políticas.
Los políticos dicen «codiciaflación», y los beneficios son lo que alimenta la subida de precios, pero el verdadero culpable es la creación de dinero fiduciario alimentada por el banco central.
Estamos atascados en medio del camino, muy lejos del socialismo pleno o del mercado sin trabas.
Los keynesianos creen que si se produce un brote de inflación, los bancos centrales pueden guiar lentamente la economía hacia un «aterrizaje suave» que minimice el desempleo y las pérdidas de ingresos. Sin embargo, tales políticas sólo conducen a nuevos escenarios de auge y caída.
Los economistas keynesianos afirman que la economía necesita al menos un 2-3% de inflación para evitar los ciclos económicos. Pero estas tasas de inflación a lo largo del tiempo son económicamente ruinosas y en realidad perjudican el crecimiento económico.
Durante muchos años, la Fed ha manipulado la oferta monetaria para intentar mantener los tipos de interés por debajo de los niveles del mercado. En algún momento, sin embargo, el mercado se impone de un modo u otro.