El espejismo de la desdolarización
El lenguaje de la «desdolarización» esconde una ambición autoritaria: sustituir un imperio fiduciario por otro.
El lenguaje de la «desdolarización» esconde una ambición autoritaria: sustituir un imperio fiduciario por otro.
Si la riqueza pudiera crearse a partir de trozos de papel o su equivalente digital, la pobreza mundial sería cosa del pasado. Recuerda, el dinero mercancía se cuida solo —y a nosotros también, si se lo permitimos.
La creencia económica dominante es que una economía en crecimiento necesita una oferta monetaria creciente para garantizar la «estabilidad de los precios». Sin embargo, los economistas austriacos creen que no existe una oferta monetaria «óptima».
David Brady, Jr. reseña La moneda mágica, del Dr. Jonathan Newman, un libro infantil que explica el dinero de una manera que incluso los adultos modernos pueden entender.
La TMM recurre al chartalismo y a algunos ejemplos dudosos para apelar a la historia con el fin de establecer la autoridad y validez de la teoría, solo para luego desechar este elemento como irrelevante e innecesario.
En un sistema monetario sólido y un mercado libre, los precios globales bajarían en general a medida que la economía creciera más deprisa que la oferta monetaria, lo que permitiría a la gente comprar más con su dinero.
En última instancia, la limitación de las tasas de interés costaría a los americanos el acceso a una fuente de crédito cómoda y fiable. En lugar de ahorrarles dinero, un tope de tasa empujaría a los consumidores hacia peores opciones de crédito.
Aunque los economistas austriacos se han enfrentado a los teóricos monetarios modernos en términos económicos, no hay que olvidar que esta teoría promueve la gobernanza totalitaria.
La multitud TMM ahora afirma que la historia monetaria de los EEUU es un ejemplo de chartalismo. La historia de EEUU es en realidad un ejemplo de lo contrario.
William Nordhaus acuñó el término «ciclo económico político» hace medio siglo. La idea era que las autoridades gubernamentales, en particular el banco central, manipulaban la economía para hacerla coincidir con los ciclos electorales, una práctica que continúa hasta nuestros días.