Invertir en oro: tiene sentido cuando la inflación es alta
El precio del oro se ha disparado esta semana. Sin embargo, la creación de dinero no figura como causa.
El precio del oro se ha disparado esta semana. Sin embargo, la creación de dinero no figura como causa.
La inflación no se limita a un aumento de los precios. Se trata de cómo los aumentos injustificados de la oferta monetaria provocan transferencias de riqueza de los menos favorecidos a las personas más cercanas a las nuevas inyecciones de dinero en la economía.
La inflación no va a desaparecer pronto y está devastando a la clase media americana. Por desgracia, nadie en Washington está interesado en hacer lo necesario para revertir esta lacra.
La decisión de Nixon en 1971 no solo cerró la ventana del oro —sino que abrió la puerta a un futuro fiat de inflación perpetua, burbujas de activos, riesgo moral y disfunción económica crónica.
La Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) es ampliamente considerada como un pilar de la estabilidad financiera, pero en realidad es una señal de advertencia que confirma la fragilidad sistémica.
Mientras que Cantillon utilizó los efectos sobre la vida familiar para ilustrar la teoría monetaria, Degner se detiene en emplear una teoría monetaria sólida para rastrear los efectos sobre la familia.
La idea de que la transparencia fomenta la confianza no tiene en cuenta el papel indispensable de la privacidad. La privacidad no es solo una preferencia personal —sino que es la garante de la fungibilidad.
En la mayor parte del mundo, la inflación ya no es una excepción, sino la norma. Los objetivos oficiales de inflación del 4 %, 5 % o incluso 6 % anual se han normalizado.
Gracias a la economía keynesiana moderna, la mayoría de la gente cree que el dinero obtiene su valor del gobierno que lo emite. Sin embargo, el valor del dinero está históricamente vinculado al valor de la mercancía de la que se deriva.
La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha declarado que hay que impedir cualquier cosa que pueda conducir a la creación de monedas privadas. Sin embargo, como señaló F. A. Hayek, una forma de confundir a los bancos centrales es mediante las monedas privadas.