Al profesor Glenn Diesen, de Noruega, le borraron hace poco su canal de vídeo de YouTube, y dos días después lo restablecieron en YouTube, todo ello sin ninguna explicación real;
Un vídeo de su canal es un debate sobre el panfleto de Richard Cobden de 1836, que llevaba el título secundario:
En el video, entrevisto al profesor Diesen sobre la larga historia de odio anglosajón hacia Rusia, un odio que comenzó en la década de 1830 y ha persistido desde entonces. Quise entrevistar al profesor Diesen porque es el autor de Russophobia: Propaganda in International Politics (2022). Hablamos de la historia del odio a Rusia, hasta nuestros días.
Fobia significa miedo. El profesor Diesen y yo discutimos si el miedo a Rusia es realmente el problema. Las escaladas actuales han sido catastróficas y corren el riesgo de un intercambio nuclear. Quizás no ha habido suficiente miedo a la destrucción mutua. El odio a Rusia, más que el miedo, parece ser el problema. Dicho esto, la expresión «rusofobia» tiene su historia, y debemos entender que se trata de un miedo propagandístico.
En la década de 1830, Cobden se sintió horrorizado por la propaganda antirrusa, y luchó contra ella hasta el final de su vida, en 1865.
Lo fascinante del panfleto de Cobden de 1836 es que la propaganda de odio a Rusia de entonces suena tan parecida a la propaganda de odio a Rusia de ahora.
Y los contraargumentos que esgrimió Cobden son muy parecidos a los que esgrimen ahora Diesen, John Mearsheimer, Scott Ritter, el coronel Douglas Macgregor, Larry Johnson, Ray McGovern, Benjamin Abelow, Alexander Mercouris, Alex Christoforou y muchos otros.
Casi al final del vídeo, le pido al profesor Diesen que enumere las cosas de las que se ha culpado a Rusia. No sabe por dónde empezar.
Empieza a hacer una lista, que no deja de crecer, y los elementos de la lista se vuelven cada vez más humorísticos, hasta llegar a las chinches en Francia.
También le pregunté al profesor Diesen: ¿Es posible que el odio a Rusia en el siglo XIX, dirigido por los anglosajones, tuviera el efecto de alejar a Rusia de Occidente y, por tanto, de su herencia liberal clásica y, en consecuencia, de hacer el suelo ruso más fértil para ideas antiliberales como el bolchevismo?
El panfleto de Cobden de 1836 demuestra que la tradición occidental no es intrínsecamente hipócrita, expansionista y antiliberal. De hecho, Adam Smith era antiimperialista.
Los hipócritas occidentales expansionistas antiliberales de hoy dan mala fama a Occidente. Sea cual sea el rincón del mundo que habite un pueblo, ese pueblo no son sus gobernantes. Rusos y americanos pueden tener buena voluntad mutua, aunque sus respectivos gobernantes se niegan a tenerla.
