Mises Wire

La experiencia japonesa ofrece valiosas lecciones para EEUU y Europa. Una política monetaria flexible puede estabilizar una recesión a corto plazo, pero una persistente inundación de dinero barato paraliza las ganancias de productividad y el crecimiento.

Los encierros estrictos han devastado los ingresos de millones de familias sin lograr éxito en la supresión de la mortalidad por covid.

Esta victoria no es de un candidato o partido sobre otro en esta o aquella carrera, sino más bien una rotunda derrota ideológica de una de las fuerzas más iliberales y amenazantes a las que nos enfrentamos en este momento: la tecnocracia.

Un déficit comercial no es una prueba real de que algo esté mal. Pero si lo fuera, una de las mejores cosas a hacer sería reducir el gasto del gobierno. Desafortunadamente, los políticos no están de acuerdo.

Los encuestadores, muchos de los cuales predijeron una abrumadora «ola azul», obviamente fallaron miserablemente como indicadores confiables del sentimiento político. Pero los mercados de predicción pueden ofrecer una alternativa.

A menos que los oponentes de la izquierda se centren en cambiar la deriva ideológica de los votantes hacia la izquierda, los candidatos que quieran ganar las elecciones tendrán que seguir moviéndose también hacia la izquierda.

Las grandes invocaciones de que «Nos unificaré» son en realidad la abreviación de «Queremos salirnos con la nuestra, sin importar el bienestar y el deseo de los demás».

Una depresión económica no es causada por el colapso del stock de dinero, sino por el colapso de la reserva de ahorros reales. Esto se pone en marcha por el bombeo monetario previo.

Romantizar la historia de los no-blancos para retratarlos como santos es deshumanizante.

La elección 2020 es la misma que cualquier otra elección, sólo que la máscara de legitimidad del Estado se está deslizando.