Mises Wire

China y Rusia están tratando de construir un bloque euroasiático que pueda liberarse de cualquier esfera de influencia americana. El régimen americano obviamente se opone a esto, pero la impresión de dinero y la deuda limitan las opciones americanas.

Los apologistas de los abusos policiales suelen afirmar que si un ciudadano acata las órdenes de la policía y hace lo que se le dice, no saldrá perjudicado. Las pruebas dicen lo contrario.

En su libro God Is a Capitalist: Markets from Moses to Marx, McKinney «muestra cómo los principios económicos bíblicos dan respuesta a los problemas más acuciantes del mundo actual, como la pobreza, la desigualdad y la contaminación».

El caso de la moneda zaïre en la República Democrática del Congo proporciona una fuerte evidencia anecdótica que descarta la teoría monetaria moderna obsesionada con la moneda fiduciaria.

Cuando los políticos dicen deplorar la violencia, es difícil tomarlos en serio cuando tienen un largo historial de apoyo a la violencia brutal y arbitraria tanto en casa como en el extranjero.

Parece que la oficina de correos no consigue equilibrar sus cuentas. Así que, como todos los monopolistas, el servicio postal planea «mejorar» las cosas aumentando los precios y empeorando aún más su servicio.

Los defensores del libre mercado se dieron cuenta hace tiempo de que las clases adineradas de banqueros y agentes de Wall Street estaban explotando a la «gente pequeña» para apuntalar las fortunas de lo que ahora es la clase multimillonaria. La estafa sigue viva y coleando hoy en día.

Si examinamos realmente el historial de los mercados frente a los regímenes socialistas, descubrimos que los mercados obtienen resultados mucho mejores en términos de crecimiento de la renta, calidad del medio ambiente y empoderamiento de las mujeres.

¿Te has dado cuenta de que sólo los países nórdicos ricos son señalados como «socialistas»? Lugares como Grecia e Italia, que son más socialistas que los escandinavos, nunca parecen merecer una mención en este tema.

Los nacionalistas a favor de una nueva constitución en 1787 enviaron a sus hombres más ricos, más instruidos y más «distinguidos». Afortunadamente para ellos, ceteris paribus, cuanto más distinguida sea una reunión, más estatista y reaccionaria será.