Proteccionismo y libre comercio

Gran parte de la retórica política de Donald Trump parece estar basada en la "ideología de honor", que coloca la reputación y el respeto de los demás por encima de todo, incluso a costa de autolesionarse.

Tanto en el país como en el extranjero, el gobierno causa los problemas que sugieren que necesitamos más gobierno para resolver.

Octavio Paz, definió al gobierno como "El Ogro Filantrópico", una criatura que aparentemente desea ayudar a los desafortunados pero que al mismo tiempo devora más y más la prosperidad de la nación.

Cuando los economistas idolatran la "eficiencia" mientras ignoran los derechos de propiedad, pueden justificar prácticamente cualquier cosa.

Históricamente, la política de inmigración de los EE UU limitó el rechazo y la deportación a aquellos considerados como criminales o incapaces de mantenerse económicamente. El sistema moderno de cuotas adopta un enfoque mucho más arbitrario.

Los aranceles estadounidenses son solo impuestos a los estadounidenses y es el consumidor estadounidense quien sufrirá más.

¿Por qué atacar a los más vulnerables en nuestra sociedad, que se benefician enormemente de productos minoristas importados de bajo costo?

La prohibición constitucional de los derechos de exportación siempre ha sido una victoria hueca. Los aranceles de exportación son analíticamente equivalentes a los aranceles de importación.

La guerra comercial de Trump no trata sobre ser patriota o proteger las empresas estadounidenses. Trata de política y mala economía.

Los dueños de negocios a menudo tienen una visión distinta del mundo de los asalariados, que a veces reclaman que el gobierno “proteja” sus empleos.