Mientras Trump considera acabar con el tratado nuclear con Irán, echamos la vista atrás para ver cómo la administración Bush traicionó a uno de sus primeros aliados en la “Guerra contra el Terrorismo”.
Actuar para promover intereses políticos de poder no cumple el criterio de humanitarismo, ni siquiera si se defiende el ataque de los misiles como un gesto humanitario.
La causa de la libertad siempre ha estado relacionada muy de cerca con la causa de la paz.
LBJ quería ser recordado por su legado de la Gran Sociedad. Y lo consiguió.
Truman declaró la guerra a Corea sin el consentimiento ni el conocimiento del Congreso. El Congreso consintió su usurpación de su poder constitucional exclusivo.
El globalismo económico —que es algo maravilloso— es algo muy diferente de la altamente sospechosa agenda del globalismo político.
