La gobernanza actual y pasada de PR y las luchas económicas como la de Venezuela sirven de advertencia de que el socialismo —en sus múltiples formas, y su consiguiente bancarrota— está a las puertas de los EEUU continental.
La razón por la que el wokismo no es constructivo y sí destructivo es porque el wokismo no tiene valores positivos.
Toda ley o reglamento conlleva un coste económico que no puede ignorarse ni predecirse con precisión, alterando los incentivos económicos y ahogando la innovación y el emprendimiento.
El principal problema de los intentos del gobierno federal por regular el medio ambiente es que —como ocurre con todas las cosas en las que interviene el gobierno federal— existe un alto grado de corrupción, ineficacia y, en general, inviabilidad inherente a sus planteamientos.
Las políticas de nuestro nuevo presidente para Oriente Medio son, lamento decirlo, un desastre para quienes apoyamos una política exterior no intervencionista.
La planificación económica coordinada centralmente, especialmente la banca central, ha sido perjudicial para la libertad y el poder adquisitivo del dólar de los EEUU.
USAID necesita una auditoría completa y transparente. Los americanos merecen saber exactamente qué se hace en su nombre en el extranjero.
Hay un error común que muchos opositores a los aranceles de Trump están cometiendo en este momento.
Dejando atrás la historia, Argentina cuenta con un sistema en el que se realizan las transacciones de divisas más importantes.
¿Qué respuesta explica el atroz atentado de Nueva Orleans con el menor número de saltos lógicos? Tal vez sea otro ejemplo de los costes imprevistos de la guerra global contra el terrorismo.
